En la cuenta regresiva para el Mundial, una "selección nacional" de científicos juveniles obtuvo varios premios entre más de 1600 investigaciones que compitieron la semana pasada en los Estados Unidos.
Fue en el certamen preuniversitario más grande del mundo, la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería Intel-Isef 2010. Los seis equipos que viajaron a San José, California, celebraron con una enorme bandera argentina al escuchar los nombres de los premiados en las categorías de Microbiología y Ciencias del Ambiente. Y volvieron a agitarla en el Centro de Convenciones McEnery al anunciarse un tercer premio especial en Física y Astronomía, y una mención de honor para nuestro país.
"Fue una emoción enorme por estar representando al país en una competencia donde los trabajos de Europa, China, Estados Unidos, Japón y el resto de los países tenían nivel altísimo. Y encima, con un premio", dijo a LA NACION el ganador del segundo premio en Microbiología, Augusto Niez Gay.
Augusto, de sexto año del Instituto San José Adoratrices, de Concordia, Entre Ríos, descubrió que el agua del Embalse Salto Grande contiene niveles superiores a los recomendados de cianobacterias dañinas para la salud y que contaminan el sistema de potabilización de su ciudad. Su trabajo hizo que las autoridades locales mejoraran la calidad del agua potable. Y eso también lo valoró una decena de jueces que le otorgaron el premio de 1500 dólares.
El equipo de Sol Paskvan, Lucas Gille y Victoria Diribarne, del Colegio San Ignacio, de Tandil, también resultó ganador con un tercer puesto en Ciencias del Ambiente. Ellos midieron el pH del agua de lluvia en su ciudad, descubrieron que la alcalinidad es tan alta como sólo se da en China y la India. Eso, explicó Sol, se debe a las partículas del suelo seco que viajan en las nubes hasta Tandil.
"Sabíamos que iba a ser una experiencia bárbara, pero ¿ganar? No, desde ya que no lo esperábamos", dijo a LA NACION. Además de los mil dólares del premio, el trabajo recibió una mención de honor de la Sociedad Estadounidense de Meteorología.
Pero eso no fue todo. Lucas Conci y Juan José Velasco, del Instituto Parroquial Bernardo D´Elía, de Villa Carlos Paz, lograron el tercer puesto y un premio especial de 500 dólares por hallar un método sencillo para medir la distancia entre la Tierra y la Luna, según la velocidad con la que la Luna se mueve alrededor de nuestro planeta.
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