Científicos en Estados Unidos crearon lo que dicen es la primera célula controlada por un genoma sintético.
Según los investigadores, éste es el primer paso hacia la creación de vida artificial y algún día se podrían crear bacterias para, por ejemplo, producir combustibles o ayudar a absorber gases contaminantes y resolver otros problemas ambientales.
Los científicos del Instituto J. Craig Venter, que ya habían creado el genoma sintético de una bacteria, ahora lograron trasplantarlo a otra y producir lo que dicen es una célula artificial.
Esta célula "programada" por su cromosoma sintético comenzó a replicarse y a producir una nueva serie de proteínas, expresan los investigadores en la revista Science.
"Hito"
Aunque algunos expertos describen el avance como un "hito en la historia de la biología y biotecnología", todavía, dicen, no se puede hablar de una forma de vida "verdaderamente artificial" porque el genoma sintético fue colocado en una célula natural.
Los científicos ya habían logrado crear un genoma artificial de la bacteria Mycoplasma mycoides.
"Ésta es la primera célula sintética que ha sido creada" afirma el profesor Craig Venter, quien dirigió la investigación.
"Y la llamamos sintética porque la célula se deriva totalmente de un cromosoma artificial, creado con cuatro botellas de compuestos químicos, un sintetizador químico y con información inicial de una computadora".
"Esto puede ser una herramienta poderosa para tratar de diseñar lo que queremos en biología. Tenemos una amplia variedad de aplicaciones en mente" señala el científico.
Hace más de una década el profesor Venter y su equipo comenzaron su proyecto para la creación de vida en el laboratorio determinando cuál era la información mínima necesaria para que un microbio pudiera existir.
La teoría era que a esa información se le podrían agregar genes capaces de convertir a ese microbio en una "fábrica" productora de compuestos útiles, como combustibles, fármacos y otras sustancias.
En 2007 los científicos informaron que habían logrado transferir el genoma natural de una bacteria, Mycoplasma mycoides, a otra bacteria, Mycoplasma capricolum, tomando el control de su funcionamiento celular.
La bacteria con genoma sintético logró producir proteínas de la bacteria trasplantada.
Un año después, el equipo informó que había logrado crear un cromosoma sintético de la Mycoplasma mycoides utilizando bloques de material genético.
Ahora, los científicos combinaron ambos avances tomando el genoma sintético de la M. mycoides añadiéndole secuencias de ADN que sirvieran como "marcas" para distinguirlo del genoma natural.
Compuestos útiles
Los científicos insertaron secuencias cortas de ADN en levadura para modificar el genoma de la bacteria, posteriormente transfirieron cadenas medianas de ADN a una bacteria E. coli que nuevamente fueron insertadas en la levadura.
Eventualmente lograron producir un genoma con más de un millón de pares de bases de ADN.
El paso siguiente de los investigadores fue trasplantar el genoma sintético de la M. mycoides a la M. capricolum.
El nuevo genoma, dicen los científicos, "puso en marcha" a las células recipientes. Y aunque 14 genes fueron eliminados o interrumpidos en la M. mycoides, ésta siguió siendo una bacteria normal y produciendo solo proteínas de M. mycoides.
En el laboratorio los científicos pudieron comprobarlo cuando apareció una colonia azul de bacterias que comenzó a reproducirse en la placa.
Se calcula que la investigación de vida sintética de Craig Venter ha costado unos US$40 millones.
Cuando secuenciaron el ADN de la colonia confirmaron que la bacteria tenía el genoma sintético y que estaba produciendo proteínas de la M. mycoides y no de la M. capricolum.
"Fue claro que habíamos logrado transformar una célula en otra" expresa el profesor Venter.
"Pensamos que es un paso importante, tanto científica como filosóficamente. Ciertamente ha cambiado mi visión de la definición de lo que es vida y de cómo funciona la vida", agrega.
Otros expertos afirman sin embargo que aunque el avance es muy importante todavía es muy pronto para hablar de "vida artificial".
"Es un logro ciertamente asombroso" dice el doctor Anthony Forster, biólogo molecular de la Universidad de Vanderbilt, en Tennessee, Estados Unidos.
Pero subraya que "esta investigación ciertamente no creó una forma de vida verdaderamente sintética, porque el genoma sintético fue colocado en una célula que ya existía".
De cualquier forma, Craig Venter está ahora un poco más cerca de su objetivo final: la creación de microorganismos diseñados específicamente para producir compuestos útiles para la humanidad, como combustibles limpios como hidrógeno, sustancias absorbentes de gases de efecto invernadero, compuestos para purificar el agua y hasta limpiar derrames de petróleo.
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