Un total de 2.800 familias se verán beneficiadas con la construcción de obras sanitarias en los barrios Maldonado y Don Ramiro, merced a los convenios firmados la mañana de ayer por el intendente municipal Cristian Breitenstein y el administrador del Ente Nacional Obras Hidráulicas y Saneamiento Ambiental (Enohsa), Edgardo Bortolozzi.
Las tareas serán realizadas mediante la participación de tres cooperativas de trabajo: Voluntad y Trabajo; Solidaridad, Trabajo y Compromiso, y Dignidad y Progreso, que tomarán a su cargo la mano de obra a través de los programas "Cloacas más Trabajo" y "Agua más Trabajo".
La Municipalidad aportará 1.624.751,90 de pesos en materiales para la red cloacal del barrio Maldonado, con un tendido de 5 mil metros de cañerías, y otros 600 mil pesos para la ejecución de la red de agua potable en el barrio Don Ramiro, con el tendido de 4.228 metros de cañerías.
La firma de los convenios tuvo lugar en el salón parroquial de la iglesia San Lucía, situado en calle Fabián González al 2300, ante la presencia de unos 200 vecinos del sector, además de funcionarios municipales y provinciales.
Tiempo de palabras.
Terminada la firma de los acuerdos que permitirán al municipio de disponer de los fondos del Enohsa para la provisión de los materiales, el jefe comunal hizo uso de la palabra, destacando que las autoridades de ese organismo "conocen nuestros problemas, demandas y necesidades", resaltando "el apoyo histórico" que viene recibiendo la comuna desde el gobierno nacional en materia de infraestructura.
"Vienen de sufrir 50 años de olvido. Es cierto que a veces no se puede o cuesta concretar obras, pero hay que poner énfasis en el reclamo y en la gestión hasta encontrar las soluciones", indicó a los vecinos.
Resaltó, además, la importancia de la conformación de las cooperativas que han llevado adelante el plan "Agua más Trabajo" y que ahora se han especializado para afrontar un sistema similar en las cloacas.
"Había mucha gente desocupada o con un plan asistencia que incorporó este modelo de trabajo, que permitió llevar el agua a muchísimos lugares. Estas personas con problemas de ocupación van a a poder realizar obras para sus propios barrios y ver los resultados", agregó.
Por último, Breitenstein insistió en la necesidad de "abandonar la lógica de hacer una cosa o la otra", llamando a realizar todo lo que se necesita.
"Hay que hacerlo gradualmente, pero estamos comprometidos con llegar a los más necesitados, quienes merecen la misma dignidad que cualquier vecino", indicó.
Sobre el cierre hizo uso de la palabra el ingeniero Bortolozzi, quien destacó que "el gobierno está tratando de llegar desesperadamente a desarrollar una infraestructura sensible que genere un país equilibrado, donde todos tengan las mismas oportunidades, con una línea imaginaria de pobreza debajo de la que no debería haber ningún argentino".
Señaló que la posibilidad de concretar obras en lugares que las reclaman desde hace décadas tiene que ver
"con un nuevo modelo de país, que está tratando de quebrar las inequidades a través de alianzas muy fuertes con intendentes y gobernadores, de manera de invertir en forma coherente los recursos de todos los argentinos".
"Sería muy triste que, en lugar de solucionar los problemas de los más postergados, se destinen esos recursos a atender necesidades financieras de las corporaciones", explicó el funcionario.
Señaló, finalmente, que los gobiernos están para resolver cuestiones relacionadas con el trabajo, la educación, el transporte, el agua y la vivienda.
"Nadie en estos barrios pide conocer el posicionamiento global de la Argentina o con qué país nos alineamos. Se nos exige un trabajo, condiciones de saneamiento básico y una vivienda digna. Eso es lo que tenemos de atender", agregó.
"Esta es la obra máxima en la historia del barrio"
Al presidente de la Sociedad de Fomento del Barrio Maldonado, Horacio Hoffelner, le tocó ser parte de la historia grande del sector, al participar de la concreción de una obra reclamada hace más de 50 años.
"Cuando ingresamos a la sociedad de fomento encontramos notas de reclamos de la década del 50. Es la obra fundamental para el despegue al barrio", indicó.
El fomentista explicó, además, el drama de los habitantes del barrio que, en algunos casos, ya cuentan hasta con tres pozos ciegos.
"Incluso, muchas construcciones tiene riesgo de derrumbe, porque esos pozos están cerca de las casas, completamente desbordados. Por eso insisto: esta es la obra máxima en nuestra historia", agregó.
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