La mancha de crudo llegó a la tarde del miércoles [madrugada de ayer en Euskal Herria] a las costas estadounidenses, por primera vez desde el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon en el golfo de México. Otras capas de petróleo fueron absorbidas por una corriente que se dirige hacia Florida, donde podrían llegar en seis días.
«Hoy ha llegado el día que todos temían», dijo el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, en una comparecencia en Venice, un pequeño puerto pesquero al sur de Nueva Orleans.
Hasta ayer, los expertos tenían localizadas las balsas de crudo sólo frente a las costas de Louisiana, Mississippi y Alabama. Ayer, el agua se filtraba poco a poco tiñendo de un tono marrón sus aguas y los cangrejos y gaviotas que lo habitan.
Por otro lado, las autoridades de Florida dijeron que las manchas son «muy ligeras», por lo que «es poco probable que cause un sustancial daño», ya que puede evaporarse en su camino hacia el estrecho de Florida y la costa sureste del Estado.
Los expertos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EEUU (NOAA, en inglés) indicaron que, de llegar al litoral sur de Florida, la mancha lo haría en «lugares aislados» en forma de chapapote.
La gran incógnita, de acuerdo al profesor de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Miami Daniel Suman, es el impacto ecológico que produciría la llegada a las costas de las capas de petróleo localizadas a gran profundidad.
Por otro lado, dos miembros de Greenpeace escalaron ayer la sede que la empresa British Petroleum tiene en Londres para denunciar por el vertido en el golfo de México, informó la organización ecologista.
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