De Vido fue el orador central de la ceremonia de inauguración del Segundo Simposio Latinoamericano de Saneamiento que se inauguró ayer en un hotel céntrico y que termina hoy, con la presencia de representantes de organismos prestadores de Sudamérica.
"Nunca la Argentina ha recibido tanto apoyo de organismos multilaterales de crédito como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial y Corporación Andina de Fomento" para obras de extensión hídricas y cloacas, dijo el ministro.
En otro párrafo de su discurso De Vido sostuvo que en la empresa AYSA, que en 2006 fue re-estatizada, "no hay rojos. Se gasta lo que se necesita. No se busca rentabilidad. Nuestro rojo son los vecinos que no tienen agua", resaltó.
Recién regresado de España, donde acompañó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de Vido concurrió a la ceremonia inaugural junto al secretario de Obras Públicas, José López; el secretario de Recursos Hídricos, Fabián López, y el titular de AYSA, Carlos Ben.
AYSA cuenta con 4.000 empleados y brinda servicios a la ciudad de Buenos Aires y a 17 partidos del primer cordón de la provincia de Buenos Aires, que comprende casi 10 millones de habitantes.
Por esa razón en la ceremonia inaugural del simposio estaban presentes intendentes de diversos distritos como Avellaneda, Tigre, Hurlingham, Lanús, San Martín, La Matanza y Vicente López, entre otros.
El ministro puso de relieve que la administración de AYSA sigue "buscando soluciones e invirtiendo en el mantenimiento de la red para incorporar a un millón y medio de usuarios" que carecen el servicio.
De Vido señaló que el área de gestión de AYSA es la de mayor concentración geográfica poblacional del país y esa es una de las razones por la cual se trabaja con autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para volver a impulsar la carrera de Ingeniería Sanitaria como una carrera de grado y no un post-grado como existe en la actualidad.
Recordó que la empresa original, Obras Sanitarias de la Nación, fue creada en 1912, que se expandió y luego fue privatizada para posteriormente pasar, en 2006 de nuevo a manos del Estado, en una administración que cuenta también con la representación de los trabajadores y de los intendentes donde se ofrece el servicio.
El ministro pidió la "solidaridad" de la ciudad de Buenos Aires en el extendido de obras cloacas en la zona y reconoció que en la Argentina "hay mucho por hacer, en especial en igualdad de oportunidades".
De Vido recordó que la administración de Néstor Kirchner en 2003 recibió recibió al sector con "11 millones de ciudadanos sin agua potable y 20 millones de personas sin servicios de saneamiento".
Sostuvo que durante la actual administración de Cristina Fernández de Kirchner se siguieron profundizando los cambios iniciados a partir de la re-estatización de la empresa y dijo que en los últimos cuatro años se invirtieron más de 3.000 millones de pesos en la extensión de la red y que se incorporaron un millón y medio de usuarios al servicio.
El ministro criticó a los medios de comunicación que sólo escribían a favor de la empresa cuando estaba en manos privadas y luego de que su concesión fue caducada por el Estado "nadie escribió más de la empresa ni tampoco hablarán bien de lo que hacemos".
Para De Vido la inversión que el Estado destina para la extensión de la red de agua "no es gasto, es desarrollo estratégico". Afirmó que "en esta política no vamos a transigir" al tiempo que reconoció el volumen en crédito nunca antes obtenido por la empresa AYSA de parte de organismos como el BID, el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento.
Por su parte, dijo que el sindicato que agrupa a los trabajadores de aguas "está a la altura de las circunstancias".
Por último ,aplaudió la conformación de la Asociación Latinoamericana de Agua y Saneamiento (ALAS) integrada por las empresas prestadoras del servicio de la región sudamericana y bregó para que la entidad sea el "referente de los prestadores".
|
|
|