El norteamericano Craig Venter, en 2007 logró el primer mapa del ADN humano y construyó el primer ADN sintético. Luego, en 2009, consiguió el primer trasplante de material genético de una bacteria a otra. Ahora, los investigadores que conducen la empresa Synthetic Genomics, combinaron los resultados mencionados, creando la primera célula viva cargada con ADN sintético.
¿Hacia dónde va la humanidad a partir de aquí? Venter avizora posibilidades magníficas para la humanidad. Mencionemos una sola: una bacteria artificial de este tipo, podría convertir en hidrógeno un 10% de la energía solar y sembrándola en una superficie de 13.000 kilómetros cuadrados, sería suficiente para impulsar todo el transporte de los Estados Unidos. El científico sostiene que la tecnología genética es capaz de multiplicar el rendimiento de un proceso natural 10.000 ó 100.000 veces.
Otros no son tan optimistas. Pat Mooney, director de un organismo internacional privado de control de las tecnologías, con sede en Canadá, dijo que el trabajo de Venter es una "caja de Pandora" y cuestionó sus aplicaciones futuras. Concretamente expresó: "la biología sintética es un campo de actividad de alto riesgo mal comprendida, motivada por la búsqueda de beneficios. Sabemos que las formas de vida creadas en laboratorio pueden convertirse en armas biológicas y amenazar también la biodiversidad natural".
Recuerda esto el descubrimiento de la energía atómica, tan buena y tan mala a la vez. También la noción de lo que para los griegos era un demiurgo o creador de nuestra realidad. ¿Hacia dónde vamos?
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