Asombro. Admiración. Preocupación. La creación de la primera célula bacteriana viva con un genoma sintético por parte de científicos estadounidenses generó distintas reacciones e instaló un debate que promete prolongarse. Mientras bioéticos de todo el mundo destacaron ayer el hallazgo como un invento revolucionario en el campo de la ingeniería de organismos, (aunque dejaron en claro que no significa "crear vida desde cero"), otros plantearon que la técnica para obtener este tipo de células debería ser regulada y desde la Iglesia se expresó un mensaje de cautela y preocupación ante lo que consideran "un salto a lo desconocido" potencialmente "devastador".
La creación de la primera célula viva dotada de un genoma sintético fue anunciada el jueves y abre el camino a la fabricación de organismos artificiales, según los autores de la investigación realizada en Estados Unidos que fue encabezada por Craig Venter, coautor de la primera secuenciación del genoma humano develada en el 2000.
Para Arthur Caplan bioético de la universidad de Pensilvania y uno de los más respetados del mundo "el logro de Venter es uno de los hallazgos más importantes de la historia de la humanidad y parece acabar con el argumento de que la vida requiere de una fuerza o poder especial".
El premio Nobel David Baltimore, en cambio, puso de relieve que "Venter no ha creado la vida, sólo la ha imitado. En sintonía con Baltimore, el ingeniero biomédico James Collins, de la Universidad de Boston destacó que los científicos actualmente no saben lo suficiente acerca de la biología como para crear vida. Y consideró que si bien el trabajo de Venter es un avance importante en la ingeniería de organismos, eso no significa que se esté fabricando vida desde cero.
Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos encargó a una comisión especial el análisis de las implicancias de la nueva tecnología. Las conclusiones de ese estudio podrían conducir a la primera regulación legal de la creación de células sintéticas.
Por su parte, altos prelados católicos italianos expresaron su perplejidad y su preocupación ante el anuncio y pusieron en guardia contra "un salto a lo desconocido" potencialmente "devastador".
"En manos equivocadas, la novedad de hoy puede suponer mañana un devastador salto a lo desconocido", estimó el obispo Domenico Mogavero, presidente de la Comisión para los Asuntos Jurídicos de la Conferencia Episcopal italiana. Y agregó: "El hombre viene de Dios pero no es Dios: es humano y tiene la posibilidad de dar la vida procreando y no construyéndola artificialmente", añadió.
En tanto, el diario del Vaticano L`Osservatore Romano afirmó ayer sobre la creación de la primera célula viva dotada de un genoma sintético que se trata de "un muy buen motor, pero no es la vida". Se trata de "un trabajo de ingeniería genética de alto nivel", pero "en realidad la vida no ha sido creada", sólo "se le ha sustituido uno de sus motores", escribió.
RIESGOS
Entre quienes reclaman que la tecnología que permite obtener células sintéticas sea regulada rápidamente están quienes la asocian con potenciales riesgos bioterroristas u otros que puedan afectar a la seguridad pública.
Una amplia gama de usos
Entre los potenciales usos de las células sintéticas se cuentan la producción de nuevos combustibles, la obtención de mejores métodos para limpiar las aguas contaminadas y la opción de obtener vacunas más rápidamente.
Los inventores la llaman la primera célula sintética del mundo, aunque este paso inicial es más una recreación de vida ya existente -convertir un tipo sencillo de bacteria en otra. No se trata por lo tanto de una vida desarrollada en su totalidad a partir de cero.
Craig Venter, pionero del mapa del genoma, dijo que el proyecto de su equipo prepara el terreno para la meta principal a largo plazo, mucho más difícil de alcanzar: diseñar organismos que funcionen en forma diferente a la que pretendía la naturaleza para utilizarlos en una amplia gama de usos. Venter ya está trabajando con la petrolera ExxonMobil con la esperanza de transformar algas en combustible.
"Esta es la primera especie capaz de reproducirse por sí sola que hemos tenido en el planeta cuyo padre es una computadora", dijo Venter a periodistas.
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