El Gobierno contestará mañana el reclamo británico presentado ante la embajada argentina en Londres la semana pasada, y en el cual el gobierno de David Cameron consideró que el refuerzo argentino de los controles marítimos en Atlántico Sur violaban la ley internacional y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Fuentes de la Cancillería informaron ayer a este diario que la embajadora del Reino Unido aquí, Shan Morgan, fue citada para la tarde de mañana por el propio canciller Jorge Taiana, que regresó desde Armenia hoy a Buenos Aires.
Fue el jefe de gabinete de Taiana, Alberto D’Alotto, quien llamó ayer a los asistentes de Morgan para comunicarle la decisión local de responder a la nota verbal que el Foreign Office hizo llegar a la Argentina, y que abre un inquietante amenaza legal de los británicos a las medidas adoptadas por el Gobierno para castigar el inicio unilateral de exploraciones hidrocarburíferas en las aguas de Malvinas por parte de empresas británicas.
Este último cruce, de meses de escalada, se produce a sólo días del nuevo llamado al diálogo de soberanía a los británicos que hizo Cristina Kirchner en Madrid, en el marco de la cumbre America Latina, Caribe y Unión Europea. Allí también, y pese a que por el Tratado de Lisboa, los europeos aceptan a las Malvinas como territorio de ultramar de Gran Bretaña, la Presidenta reclamó por el avance británico sobre los recursos petroleros en áreas en disputa. Entonces, Londres también respondió a la Argentina con un rechazo al diálogo.
Concretamente, el texto del Foreign Office hace alusión al decreto 256 que la presidenta Cristina Kirchner firmó en febrero pasado, cuando los británicos reiniciaron las actividades hidrocarburíferas, que ya dieron algún resultado puesto que una de las empresas la Rockhopper Exploration- anunció haber encontrado crudo de alta calidad al norte del archipiélago.
El decreto presidencial exige a todos los barcos que naveguen por las aguas nacionales que soliciten un permiso, de lo contrario se impondrán sanciones. Para la Argentina, por constitución Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos son parte del territorio nacional.
Como hasta hace unos días lo hacía la administración laborista, el nuevo gobierno del Partido Conservador y el Liberal Demócrata reafirmó en su última nota al gobierno de Cristina que la soberanía de las islas "es" británica". Señaló que tampoco había "dudas" de que las "áreas marítimas circundantes" de las islas Falklands" Georgias del Sur y Sandwich del Sur "no son aguas jurisdiccionales de Argentina". Y aseguró también que bajo la Ley Internacional y la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, los "barcos de todos los Estados gozan del derecho al pasaje legal por aguas territoriales y tienen libertad de navegación en aguas más allá del mar territorial".
Por último, la nota verbal de los británicos indicó que con respecto al Estrecho de Magallanes, el Tratado de Paz y Amistad firmado por Chile y Argentina en 1984 garantiza los derechos a la navegación de buques internacionales en estas aguas sin obstáculos.
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