El gobierno argentino cree que el petróleo encontrado a principios de mes en aguas malvinenses no es comercialmente viable. Así lo reveló a El Cronista un empresario vinculado al sector, quien aseguró que “la información reservada que se maneja en el mercado es que habrían sólo dos millones de barriles en la cuenca perforada”, y se necesitan por lo menos 400 millones de barriles para que el negocio sea rentable en la extracción off shore, como es el caso de Malvinas.
“Hay que tener en cuenta que el derrame del Golfo de México, de la empresa BP, tiene una consecuencia directa en la actividad, y es el encarecimiento de los seguros y los costos de extracción off shore en todo el mundo”, apuntó el empresario argentino. Aunque el dato clave es la precisión sobre la cantidad de hidrocarburos encontrados en la cuenca malvinense.
No falta mucho para el momento de la verdad, porque la empresa Rockhopper Exploration anunció que en diez días revelará si el petróleo encontrado vale la pena ser extraído de las aguas del archipiélago, y a partir de allí se definirá si se tapa y abandona el pozo o comienza un nuevo capítulo en el negocio petrolero malvinense, con el aditamento de inestabilidad política que esto implicaría.
Hoy en día, la Argentina y el Reino Unido atraviesan un nuevo pico de tensión diplomática, luego de que el lunes último la embajadora británica, Shan Morgan, fuera citada por la Cancillería para ratificarle que el gobierno argentino tiene derecho a exigirle una autorización especial a los barcos que naveguen hacia las islas. La medida tiene como objetivo dificultar la actividad de exploración que se está llevando a cabo en el archipiélago, sin autorización del gobierno nacional. Y ya había sido rechazada por el nuevo gobierno británico, en manos del conservador, David Cameron.
En un negocio tan riesgoso como la extracción petrolera, la Cancillería sostiene que las presiones diplomáticas ayudarán a desanimar a las empresas que exploran las aguas malvinenses, a pesar de la disputa de soberanía existente. No es lo que sucedió con la británica Borders & Southern Petroleum, que el viernes pasado se convirtió en la cuarta compañía que explorará en Malvinas a principios del 2011, según se informó en Londres. Las licencias son vendidas por el gobierno kelper de manera unilateral.
A principios de mayo, Rockhopper reveló que las perforaciones realizadas por la plataforma Ocean Guardian habían sido exitosas y que el petróleo hallado era de “excelente calidad”. El anuncio cuadriplicó el precio de las acciones de la compañía en apenas unas horas. Sin embargo, estratégicamente, la petrolera no ha dicho si la cantidad de hidrocarburos encontrados es rentable como para extraer petróleo de la cuenca malvinense. Aprendió de Desire Petroleum, la primera compañía en perforar la plataforma submarina malvinense, que vio con impotencia cómo sus acciones se derrumbaron después de anunciar en marzo último que los hidrocarburos encontrados eran de mala calidad. En diez días se sabrá si Rockhopper sufrirá esa misma suerte. O si comienza un nuevo capítulo en la pelea diplomática y ahora petrolera por las islas Malvinas.
Ayer en el acto central por el Bicentenario la presidenta Cristina Fernández de Kirchner insistió en reclamar la soberanía del archipiélago. Lo hizo frente a su colegas de Brasil, Venezuela, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia: “Lo volvemos a hacer aquí, en nuestros 200 años, con firmeza y convicción de saber que como sujetos del derecho internacional debemos respetar las normas a las cuales todos, grandes y chicos, pode rosos y débiles, tenemos que estar sujetos como única forma de vivir en un mundo civilizado”, remarcó.
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