"Les pisaremos los talones hasta que el trabajo esté hecho", dijo Salazar, quien aseguró que su gobierno garantizará que la empresa asuma su responsabilidad en el ámbito civil y en cualquier otro que sea necesario, según reportó la agencia alemana DPA.
"Este es un embrollo de BP, es un horrendo embrollo. Es un embrollo medioambiental masivo" y BP debe asumir "sin limitaciones" los costos de esta tragedia.
Sin embargo, posteriormente el coordinador jefe del gobierno en la lucha contra el desastre, almirante Thad Allen, relativizó las declaraciones de Salazar. "Si acosamos a BP, la pregunta es: ¿Quién la reemplazará?, señaló Allen. Agregó que la firma "agota todos los recursos técnicos" para controlar la marea de crudo.
BP anunció el lunes en Londres que los costes de la lucha contra la mancha de crudo en el golfo de México ascienden actualmente a unos 760 millones de dólares (611 millones de euros), un monto que duplica el registrado hace dos semanas.
BP destacó sin embargo que todavía es muy pronto para fijar cantidades concretas en torno a los gastos que deberá realizar para hacer frente al vertido de petróleo frente a las costas estadounidenses.
La compañía ha probado hasta ahora distintos métodos para intentar sellar la fuga de crudo en el fondo marino tras el hundimiento de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" el 20 de abril.
Se estima que unos 5.000 barriles de crudo fluyen a diario en el océano por el agujero. BP deberá además pagar las indemnizaciones correspondientes, sobre todo por los daños a los ecosistemas de la zona.
La frustración y la impaciencia crecen mientras BP se prepara para un nuevo intento de taponar la fuga de crudo que tendrá lugar entre esta noche del martes y mañana miércoles, por la mañana. La empresa británica decidió posponer el procedimiento, que inicialmente iba a tener lugar el domingo.
Lo hacemos "tan rápido como podemos", dijo el lunes el jefe de operaciones de BP Doug Suttles en declaraciones a la emisora norteamericana ABC, al explicar que la fecha fue pospuesta por razones de seguridad.
Se espera que BP comenzará el miércoles a bombear lodo a presión en la fuga en el fondo del mar para taparla.
El jefe de BP, Tony Hayward, señaló este lunes que el método, llamado "Top Kill" por los expertos, tiene una posibilidad de éxito de entre "60 y 70 por ciento".
Sin embargo, advirtió que hay que ser "realista", dado que nunca se realizó esta acción a 1.500 metros de profundidad. Agregó que de fallar, hay otras opciones para sellar la fuga.
El gobierno nacional y las autoridades locales son cada vez más escépticas respecto de los esfuerzos de BP. "Esperamos que funcione, pero no queremos tener esperanzas no realistas", dijo la secretaria norteamericana de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, durante una visita a la región afectada en Luisiana.
La funcionaria expresó comprensión por la "frustración, enojo y decepción" ante la situación.
Hayward destacó que su firma asume toda la responsabilidad por el derrame y sus consecuencias. "Eliminaremos cada gota de petróleo". Admitió que la protección de la costa no fue efectiva. "Me siento horrible", dijo.
El presidente Barack Obama habló por teléfono con los gobernadores de los cuatro estados cuyas costas se ven amenazadas, y les aseguró que su administración está actuando "con sentido de urgencia", informó ayer la Casa Blanca.
La mancha de petróleo se ubica ya a unos 110 kilómetros al sur de la franja costera del estado, explicó el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal.
"Este crudo fundamentalmente amenaza nuestro estilo de vida", dijo Jindal, quien se sumó a Napolitano y a varios legisladores estadounidenses en un vuelo sobre la mancha de petróleo
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