Barack Obama siente la presión tras un mes de comenzado el derrame de petróleo en el Golfo de México. Sin embargo, el mandatario había buscado meticulosamente ocultar su frustración al respecto. Hasta el día de hoy.
Según trascendió en distintos medios de los Estados Unidos el mandatario habría manifestado su enojo sin medias tintas durante una reunión en el Salón Oval de la Casa Blanca.
“Tapen el maldito agujero”, habría dicho el mandatario según una fuente que participó del encuentro, realizado apenas una semana después del derrame.
Desde la Casa Blanca responsabilizan a la petrolera y creen que se desligó de la responsabilidad que le correspondía.
British Petroleum intenta detener la fuga desde la semana pasada, pero la evolución de las reparaciones es aún muy lenta. La empresa también debe pagar 75 millones de dólares por los daños ocasionados. |
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