El Hospital de Treinta y Tres se vio inundado por el mal olor producto del desborde de las aguas servidas producido por la obstrucción en las cloacas, indicó el director del centro asistencial, Ricardo Minetti.
Desde el martes por la tarde se realizaron tareas para solucionar inicialmente la evacuación de las aguas residuales, con la colaboración de personal de OSE y efectivos del Destacamento de Bomberos. Luego se comenzó con la limpieza y desinfección del establecimiento.
"La situación ya se ha solucionado, ya está todo normal", indicó el director.
El área afectada por los desbordes fue el subsuelo del hospital, que se encuentra en desuso y no hubo mayores inconvenientes en ninguno de los espacios asistenciales ni de circulación de pacientes ni del personal, salvo por el mal olor.
Según indicó el titular del hospital, las obstrucciones fueron ocasionadas por elementos que se descartan a través de los inodoros, cuya eliminación no corresponde por esa vía, como gasas, por ejemplo (generalmente ocasionadas por los propios pacientes).
Minetti dijo que no hay antecedentes recientes de situaciones similares. "Han habido pequeñas obstrucciones, como en cualquier lado, pero de esta magnitud no habíamos tenido", aseguró.
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