La fuerza del río Salado, padecida desde mediados de febrero pasado por más de doscientas familias santiagueñas, puso en alerta a los funcionarios de la Secretaría del Agua de la provincia que ya están trabajando en la planificación de defensas en ambas márgenes y a lo largo de 30 kilómetros aproximadamente, en la zona considerada más vulnerable.
El titular del organismo, Ing. Abel Tévez, dijo que los primeros informes determinan que lo más conveniente es trazar un verdadero murallón de tierra que se extenderá desde las proximidades de la localidad de Lugones hasta algunos kilómetros más allá de Colonia Dora, la ciudad más afectada por la última crecida, donde todavía queda un centenar de personas evacuadas y que esperan que el agua baje para poder regresar a sus casas.
El funcionario dijo que una vez que el terreno hoy inundado esté más transitable, técnicos de su repartición se encargarán de recorrer la zona para determinar el tipo de trabajo que se deberá realizar y la real extensión de la defensa. Recién entonces se hará una estimación presupuestaria para semejante proyecto.
Esto –según la opinión de los técnicos- puede demorarse varios meses, ya que el retroceso del agua desbordada es muy lento, y actualmente hay mucha agua en algunas zonas, especialmente en el campo, donde existen muchos ranchos inundados hasta donde sólo se puede llegar en lancha o a caballo.
La gran inundación que afectó casi la mitad de Colonia Dora, en el sector que se encuentra entre las rutas provincial 92 y la nacional 34, se originó por la repentina crecida del río Salado debido a las persistentes lluvias estacionales en la cuenca alta que se encuentra en la provincia de Salta. Al derivarse más agua de lo habitual, el desborde era cuestión de tiempo, agravado esto por la rotura –algunos sospechan que fue intencional- de al menos dos tramos de las viejas defensas que ya existían en la zona ribereña.
La crecida puso en peligro –además de Colonia Dora- a los pobladores de Icaño, Real Sayana, Herrera, Pinto y decenas de parajes ribereños. El trabajo realizado día y noche durante semanas enteras, permitió salvar a muchas viviendas del anegamiento seguro.
INUNDADOS - Se intenta determinar la cantidad de viviedas dañadas
En días se hará un nuevo relevamiento habitacional
Personal de Defensa Civil y del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo retomará esta semana el relevamiento habitacional que se había iniciado a principio de este mes, para tratar de determinar la situación en que quedaron las casas que sufrieron el avance de las aguas del río Salado.
Fuentes oficiales informaron a EL LIBERAL que en los próximos días arribaría a Colonia Dora una comisión que tendrá la tarea de ingresar en la zona que todavía está bajo el agua para tratar de determinar los daños causados en las estructuras, especialmente en los ranchos dispersos en una docena de pequeños parajes.
Hace un par de semana se hizo la primera etapa del relevamiento, en la que fueron visitadas alrededor de 135 casas ubicadas en los barrios Mitre, Agua Potable, Colonia Dora y Tabique, pero todavía restan supervisar al menos poco más de 90 que están distribuidas en los barrios Matadero y 17 de Octubre.
De acuerdo con el informe elaborado por los técnicos del Ipvu y de Defensa Civil de la provincia, del total de las casas visitadas en la primera etapa, 60 ya estaban en condiciones de ser habitadas.
Es más, muchas ya fueron recuperadas por sus propietarios. El resto, en cambio, todavía tiene que esperar que se sequen, además de hacer algunos arreglos, por razones de seguridad.
La segunda parte del relevamiento contempla también medio centenar de casas que están distribuidos entre los parajes Bracho Luján, Bracho Laguna, Mancapa y Canal 3, El Jumialito, Los Dos Pinos y El Cruce.
ASISTENCIA
Un centenar de personas sigue evacuada en Dora
Un centenar de personas sigue todavía evacuada en distintos puntos de Colonia Dora, donde a diario reciben asistencia de personal de Desarrollo Social de la provincia, con alimentos, elementos de limpieza y atención sanitaria.
Los principales centros de evacuación se encuentran en una escuela de la ciudad, en los clubes Mitre y Sportivo Dora y en un lugar conocido como La Toldería ubicado a 2 kilómetros de esta localidad.
Paulatinamente, las familias van regresando a sus hogares, luego de recibir la correspondiente autorización para habitar nuevamente sus casas, ya que se quiere evitar riesgos de derrumbe o accidentes.
Mientras tanto, la situación de los inundados movilizó a muchas personas, incluso gente de Buenos Aires, como un grupo que llegó la semana pasada proveniente de Quilmes y de Almirante Brown, donde se hizo una cruzada solidaria para recolectar ropa, frazadas, zapatillas y otros elementos que ya fueron distribuidos entre la gente. |
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