El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó en forma privada, según fuentes oficiales, su frustración a representantes de su gobierno por la pérdida de petróleo en el Golfo de México. "Tapen ese agujero maldito", habría expresado.
Obama visitará el viernes el área para evaluar los daños de un desastre que crece día a día tras la frustración de la Casa Blanca por el escaso éxito de la compañía petrolera BP al afrontar el grave problema del petróleo que continúa saliendo al mar.
Afectada por retrasos y la intensa presión del Gobierno estadounidense, British Petroleum enfrentó un día clave, cuando intente un complicado plan para sellar una fuga en un pozo de petróleo que desde hace cinco semanas vierte crudo en el Golfo de México.
Si la operación "top kill" se une a la lista de fracasos de BP por bloquear la fuga, el gobierno de Obama podría no tener otra opción más que asumir el rol central en la respuesta al que se considera sería el peor derrame petrolero en la historia de Estados Unidos.
Equipados con robots submarinos, ingenieros de BP planean inyectar fluidos pesados de perforación al pozo que se encuentra a 1,6 kilómetros bajo la superficie, una maniobra compleja que nunca fue intentada a esa profundidad.
Antes de tratar de sellar el pozo, bombearon el llamado "lodo" en el pozo para evaluar si éste podía sufrir daños a alta presión e incrementar la fuga.
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