En Temperley la lluvia del fin de semana volvió a preocupar a los vecinos, quienes se vieron afectados una vez más y por eso volverán a pedir soluciones de manera urgente a esta problemática.
Así, se reunirán en la Sociedad de Fomento de la calle Esmeralda 970, donde evaluarán las medidas que tomarán al respecto.
“Una vez más llovió intensamente, una vez más el agua bloqueó nuestras casas y una vez más el municipio no tuvo respuestas ante la emergencia”, denunció Florencia Mochetti, una vecina del barrio. El domingo ella y su familia tuvieron que quedarse en la mitad del camino cuando se disponían a participar del festejo por el Bicentenario; es que la lluvia que cayó en la ciudad se los impidió. “Hubo que poner la compuerta, ya perdimos varias veces muchas cosas y ahora no queremos tolerarlo más”, expresó indignada.
Esta misma historia se repite en cientos de vecinos que viven alrededor de la estación de Temperley Este y que “hace más de 20 años” reclaman por un aliviador del Arroyo Galíndez, que afecta a Lomas de Zamora, Banfield Este y Lanús, aunque los más damnificados son los residentes de Temperley.
“Se comenzó con un paliativo pero nos inundamos igual porque es inexistente la limpieza por parte del Municipio”, expresó Bárbara Tarillo Egner, una de las impulsoras del Foro.
Según adelantaron, pedirán una reunión con la ministra de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Cristina Álvarez Rodríguez, ya que “las obras del aliviador las tiene que gestionar el municipio pero con fondos de la Provincia”, manifestó Tarillo Egner.
“El concejal José Romero nos prometió que el 7 de junio va a poner una cooperativa a trabajar en refuerzo para la limpieza por la última lluvia del domingo”, expresó Tarillo Egner, en una charla con este medio y contó que su casa está “elevada” y que tiene “tres compuertas más una bomba de absorción para poder afrontar las lluvias ya que con dos gotas de agua se inunda todo”.
Mañana será la quinta asamblea que organiza el foro y en la que participan concejales de todos los partidos y más de cien vecinos. En ese espacio, los damnificados cuentan sus experiencias, aportan ideas. También se informa lo logrado, las promesas del municipio y lo que se está gestionando para el futuro.
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