El legislador Fabián Gatti promueve implementar en Río Negro un programa de lucha contra las heladas que requerirá un sistema de créditos a los productores rionegrinos para dotarlos de equipos de riego por aspersión.
Según el proyecto de ley, el gobierno provincial “deberá programar acciones para facilitar el acceso al crédito con planes de negocios sustentables, pudiendo además proponer mecanismos de compra de conjunto, garantías especiales y toda otra iniciativa tendiente a abaratar el costo de este método de protección”.
Auspicia que el Estado provincial promueva el “desarrollo de nuevas tecnologías no contaminantes, priorizar los fondos de los programas de la Dirección de Innovación Tecnológica provincial, e iniciar gestiones ante las autoridades nacionales para lograr una reducción en los precios de combustibles menos contaminantes”, para ser destinados a la protección de la producción.
En el articulado del proyecto, Gatti propone la creación del Comité Provincial permanente de lucha contra la helada para realizar las acciones específicas, evaluar y autorizar los métodos anti-helada que se utilicen y realizar el seguimiento de los proyectos que se desarrollen en este marco.
El legislador de Redes insiste en prohibir la utilización de cubiertas y aceite quemado como elemento combustible para la protección contra heladas y establece un período de plazo de cinco años para la reconversión, al cabo de los cuales regirá la obligatoriedad de que todos los métodos que se utilicen para la protección contra heladas deban estar expresamente autorizados por una autoridad de control.
Las quemas son nocivas y no cumplen con su objetivo
Al fundamentar su propuesta, Gatti recuerda que “hace muchos años que aparece en los valles irrigados de Río Negro una controversia entre los productores que apelan a distintos métodos para defender sus cosechas de las heladas y la comunidad que recibe los efectos nocivos por la contaminación que se produce”.
“Está probado que la quema –de cubiertas y combustibles– produce sustancias cancerígenas además de no cumplir con el objetivo buscado”.
El titular de Redes señala que “el Estado debe intervenir para concurrir en ayuda del productor, generando condiciones para que incorpore métodos no contaminantes” y refiere que “el INTA nos brinda un dato que estremece: en los valles irrigados en una helada de 10 horas, se consumen la friolera de 54 millones de litros de combustible, es decir, se gastan aproximadamente $ 55 millones en una helada”.
Respecto de los costos del riego por aspersión, Gatti evalúa que “oscila entre los 2.500 y 2.800 dólares por hectárea, y podría redondearse en 3.000 dólares con pozos, motores” y demás implementos que requiere su instalación.
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