Las mujeres danzan en círculo al compás de los tambores bajo los rayos del sol matutinos. Les observa una muchedumbre de adultos y niños a la sombra de varios árboles altos y frondosos. Tras un prolongado redoble de tambores, las bailarinas ponen fin a su baile y el círculo se abre para acoger a los visitantes. Se trata de un grupo de expertos en agua y saneamiento.
En la aldea de Chibwe, localizada en la provincia de Tete, en la región noroccidental de Mozambique, la defecación al aire libre es una práctica común. Y en Mozambique en general, donde sólo el 39% de los 22 millones de habitantes emplea instalaciones de saneamiento mejorado, son comunes las enfermedades como la diarrea y el cólera.
Hoy, sin embargo, la aldea pone en práctica un nuevo programa de "Saneamiento total dirigido por la comunidad" con ayuda de UNICEF y sus aliados. Mediante ese programa, los habitantes de Chibwe se pondrán al frente de sus propias actividades de saneamiento ambiental y aprenderán a mantener a raya las enfermedades.
Educación sobre el saneamiento
Al finalizar los festejos de bienvenida, Americo Muianga, Especialista en agua, saneamiento e higiene de la Oficina de UNICEF en Mozambique se reúne con los habitantes de Chibwe en un ámbito más tranquilo.
"¿Cómo dicen "heces"?", pregunta Muianga. De la multitud surgen risas, y también la respuesta. "Matudzi", dicen los aldeanos. Complacido con el efecto logrado por la nota de humor, que suele darle un tono llevadero a las reuniones de este tipo, Muianga inicia la conversación sobre saneamiento.
En las aldeas como Chibwe, las actividades del programa de "Saneamiento total dirigido por la comunidad" siempre comienzan con un toque de humor y un ejercicio entretenido. Varios voluntarios del público trazan un mapa de la aldea en la arena. Con harina de maíz o trigo dibujan los contornos de los puntos principales del poblado, como la escuela, la fuente, el camino a la clínica más cercana y la iglesia de la localidad. Se les pide asimismo a varios habitantes que se coloquen en los sitios del mapa que corresponden a los lugares donde viven. Luego se les da un puñado de ceniza gris y se les pide que marquen con ella el sitio donde suelen defecar.
"Calculen la cantidad de excrementos que produce cada familia por semana, por mes y por año", solicita Muianga. "Y luego que calculen la cantidad de excrementos, expliquen adónde van a parar".
Los cálculos aritméticos se realizan en un pliego de papel blanco para que todos puedan verlos. El resultado correspondiente a 93 viviendas es de 84.720 pilas de excrementos por año.
Conciencia y acción
La representación y el cálculo de la cantidad de excrementos tienen como objetivo que los habitantes entiendan la dimensión de sus necesidades en materia de saneamiento. Asimismo se invita a los aldeanos a visitar los sitios donde se acumulan las heces, para que aprendan la manera en que los excrementos contaminan las fuentes de agua y ayudan a formar focos de propagación de moscas y mosquitos.
En colaboración con la ONG aliada World Vision y con el Ministerio de Obras Públicas de Mozambique, UNICEF ayuda a concienciar a la población de 18 distritos del país en materia de saneamiento seguro e higiene. Esas labores forman parte de un programa conocido como La "Iniciativa del millón", que financian UNICEF y el Gobierno de los Países Bajos y que tiene como meta suministrar agua potable y saneamiento ambiental a un millón de mozambiqueños para 2013.
En Chibwe, Fatima Chipendo, una mujer que tiene nueve nietos, se ha ofrecido como voluntaria para organizar el comité de saneamiento de la aldea. El saneamiento ambiental es un tema que le afecta en lo personal, ya que su décimo nieto murió debido a la diarrea.
"Es importante que mejoremos la salud de nuestros niños", dice Chipendo, cuyo hogar es uno de los pocos de la aldea que cuenta con un inodoro. Chipendo comenta que todas las viviendas deberían tener esa instalación sanitaria.
Participación comunitaria
Los comités de saneamiento forman parte integral del modelo de "Saneamiento total dirigido por la comunidad". A diferencia de los programas de saneamiento tradicionales, que suelen distribuir materiales externos para la construcción de letrinas, los comités de saneamiento de esta iniciativa colaboran con el diseño de letrinas que pueden fabricarse mediante el empleo de materiales locales, de manera que todas las familias cuenten con medios suficientes para construirlas. El modelo basado en la comunidad también otorga importancia social a las letrinas y fomenta la innovación.
"Cuando implementamos programas en los que no participan los beneficiarios, esas intervenciones terminan por no ser sostenibles", comenta Cadmiel Muthemba, Ministro de Obras Públicas y Vivienda de Mozambique. El ministro agrega que la participación comunitaria "garantiza que la población asuma el programa como propio".
En sus tres años de existencia, la "Iniciativa del millón" ha suministrado saneamiento mejorado y acceso al agua potable a cientos de miles de mozambiqueños.
"Hemos entendido el valor de lo que estamos haciendo", comenta Alberto Saguate, padre de seis hijos de la vecina aldea de Nhaussau. Mediante su participación en el programa de "Saneamiento total dirigido por la comunidad", los vecinos de Saguate construyeron recientemente retretes en más de 170 viviendas.
"Desde que instalamos los retretes", concluye Saguate, "nuestros niños son más saludables y no hemos tenido un solo caso de cólera en la aldea".
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