El gobierno busca salir con acuerdos concretos de la reunión entre José Mujica y Cristina Fernández del próximo miércoles, y le preocupa que luego el gobierno argentino los cumpla.
El miércoles a media mañana, los mandatarios de Argentina y Uruguay se encontrarán en la estancia presidencial de Anchorena, en la primera reunión bilateral entre ambos que se realizará en suelo oriental.
Tras las señales del gobierno argentino de mejora en la relación con Uruguay -luego del distanciamiento tras la instalación de la planta de la ex Botnia (actual UPM) y el corte del puente General San Martín- el gobierno uruguayo entiende que el miércoles es, en gran medida, "la hora de la verdad" para que Argentina transforme señales en hechos. Sobre todo cuando no se aguardan grandes novedades respecto al bloqueo del puente binacional (ver nota en esta página).
Muestras de esto dio la delegación uruguaya en las reuniones preparatorias de la cumbre presidencial de Anchorena, en las que puso sobre la mesa 27 temas bilaterales en los que considera se debe avanzar.
Fuentes del gobierno indicaron a El País que si Argentina pone voluntad política, en muchos de estos temas se lograrían avances en corto plazo, puesto que son puntos bien conocidos por los diplomáticos de ambas orillas en los que el vecino país perjudicó a Uruguay en los últimos años. "Si los gestos se concretan en soluciones, los temas son de fácil solución", expresó una fuente de Cancillería.
El gobierno ya vio que los gestos de Fernández y su gobierno de acercamiento con Uruguay no necesariamente se trasladan a mejoras en la relación. Muestras de ello fueron las trabas al ingreso de productos uruguayos y los intentos de que la mercadería que va del sur argentino a Brasil no pase por el puerto de Montevideo.
cumplimiento.
Al interés por alcanzar acuerdos en varios de los puntos que se dialogarán en el encuentro del miércoles -del que también participarán varios ministros de cada país-, el gobierno suma la preocupación de que después Argentina cumpla con lo acordado y no postergue lo que los presidentes definan.
Ante la imposibilidad de que los presidentes toquen los 27 temas que plantea el país, para Uruguay es especialmente relevante lo que se acuerde en los dos temas que el canciller Luis Almagro adelantó serán los principales: la navegabilidad de los ríos comunes y la energía.
Por ello, el gobierno hará hincapié en que los acuerdos sobre estos puntos incluyan instrucciones precisas sobre lo que se debe hacer y en qué plazos se debe cumplir.
En tanto, a pesar de no poder mostrar ningún avance concreto en el fin del corte en Arroyo Verde, el gobierno argentino confía en que la firma de acuerdos energéticos y de navegación durante la cumbre serán señales suficientes para consolidar el resurgimiento de la relación bilateral.
"Más allá del corte, se está caminando hacia adelante en cosas que interesan a ambos países, muchas de las cuales son más importantes para Uruguay que para Argentina", dijo a El País una fuente de la Casa Rosada. Mencionó, como ejemplo, la intención de bajar al papel durante la próxima reunión el dragado del Canal Martín García, lo que anularía las ventajas de un metro y medio más de profundidad que tiene el Canal Mitre, una vía más próxima a Buenos Aires. Esa decisión marcaría un cambio con relación a la postura que venía esgrimiendo Argentina desde 2006, cuando, luego del dragado del Canal Mitre, se negó a hacer lo mismo en Martín García, lo que para Uruguay es un derecho del país que Argentina ha trabado.
En materia energética, la intención argentina es plasmar durante el encuentro los avances alcanzados por el ministro de Planificación, Julio de Vido, en las reuniones que mantuvo en Montevideo con Mujica y el ministro de Industria Roberto Kreimerman, el 14 de mayo. La expectativa es que en el encuentro quede firme la decisión de aumentar el 10% la capacidad de generación de electricidad de la represa binacional de Salto Grande.
También se esperan avances en el intercambio por compensación de energía y en el compromiso asumido por el gobierno argentino de garantizar el pasaje a Uruguay de 300.000 metros cúbicos diarios de gas boliviano. En ese sentido, fuentes de la Cancillería argentina destacaron el tema de la conectividad territorial por sobre los otros ítems de la agenda bilateral que serán tratados en la reunión.
Para Gerardo Rabinovich, director del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, la posibilidad de alcanzar estos acuerdos es positiva y no implica una gran carga para Argentina, que consume en promedio 100 millones de metros cúbicos diarios.
Los presidentes y sus delegaciones afinan las presentaciones que harán el miércoles y la expectativa en el gobierno uruguayo crece a medida que el día de la cumbre sea proxima.
"Callate o serás boleta"
El ciudadano de Gualeguaychú Guillermo Fazzio amenazado de muerte por su postura contra el corte de la Asamblea de Arroyo Verde dijo a El País que esta vez la advertencia no fue anónima "sino un rechazo frontal, acompañado de acusaciones, proveniente de allegados", que no identificó.
En una comunicación vía mail -prefiere no usar el teléfono para no poner nerviosa a su familia- Fazzio dijo que le advirtieron: "Callate o serás boleta".
Dijo que no teme por él sino por su familia y ésta por él y señaló que "las fuerzas de seguridad saben por comunicación personal" lo ocurrido y han tomado "medidas extra, refuerzan rutinas, guardias y rondas", lo que estima "suficiente".
"En teoría puedo ir a la mateada (prevista para protestar contra el corte hoy en Plaza de Mayo, en Buenos Aires), pero al regresar me puede suceder algo como lo que pasó cuando fui al asado en Fray Bentos", señala Fazzio, que fue hostigado tras participar en un "asado binacional" en 2007 entre uruguayos y argentinos que quería restablecer el clima fraterno entre ambas márgenes del río Uruguay.
"Hay gente que ingenuamente cayó en el engaño (sobre la contaminación de la planta de celulosa de Botnia). Una vez atrapada, si descubre que cayó como un tonto, no quiere reconocerlo porque lastima su amor propio", reflexionó Fazzio. "Entonces se abroquela en su posición y aborrece a quien le señala su error y hasta lo mataría si no temiera el castigo", señaló.
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