La petrolera British Petroleum (BP) preparaba ayer un nuevo intento para contener la fuga de crudo en el lecho marino del Golfo de México, luego del fracaso de la operación Top Kill, que no logró controlar el peor desastre ecológico de la historia de Estados Unidos.
El gobierno norteamericano, BP y los estados afectados por la marea negra admitieron abiertamente ayer que el derrame de miles de barriles diarios podría extenderse hasta agosto, cuando se completen los dos pozos alternativos que se perforan para aliviar el vertido principal y que hoy aparece como la única solución definitiva para el problema.
Después de horas de éxito relativo, en los que no hubo fugas de crudo, BP anunció anteayer el fracaso de Top Kill, una operación que no logró sellar el pozo, a 1500 metros de la superficie, con una inyección de varias toneladas de lodo pesado.
El gigante energético británico prepara ahora un nuevo método para contener el crudo. No obstante, sus directivos advirtieron que no será una solución completa, sino sólo paliativa, hasta que comiencen a funcionar los nuevos pozos.
La nueva estrategia consiste en cerrar, mediante robots submarinos, la tubería rota de la que mana el crudo y cubrir los restos con lo que es básicamente una gigantesca campana o embudo, para luego enviar el petróleo contenido hacia supertanqueros en la superficie.
Este cuarto intento tardará entre cuatro y siete días hasta que esté operativo. La petrolera precisó que no tiene garantías de que el sistema funcione, debido a que nunca se ha intentado a esa profundidad y el embudo no retendría todo el crudo derramado.
El derrame, calificado ya como el peor desastre ecológico en la historia norteamericana, comenzó el 20 de abril pasado cuando una fuerte explosión desató un voraz incendio en la plataforma Deepwater Horizon, que se hundió 48 horas después. En el accidente fallaron los sistemas de seguridad de la conexión principal, cuyas válvulas no lograron cerrarse. El diario The New York Times afirmó ayer que BP ya arrastraba desde el año pasado preocupaciones por la seguridad del pozo, en particular la válvula que debía cerrarlo en caso de accidente y la envoltura de las tuberías.
Estimaciones erróneas
El derrame se ha convertido en el peor de la historia, luego de que un panel de expertos contratados por el gobierno norteamericano considerara que la fuga alcanzaría entre 12.000 y 19.000 barriles diarios. Las cifras se encuentran muy lejos de los 5000 barriles por día que había declarado BP.
Según la Casa Blanca, entre la estimación más baja y la más alta, hasta el momento el pozo escupió entre 68 millones y 147 millones de litros de petróleo, que desde el 20 de abril alimentan una descomunal marea negra que se encuentra a la deriva en las aguas del golfo.
En declaraciones al programa Meet the Press, de la cadena NBC, la asesora de Energía y Medio Ambiente de la Casa Blanca, Carol Browner, confirmó ayer las evaluaciones de los científicos y opinó que el derrame es "posiblemente el peor desastre ecológico" que haya afectado a Estados Unidos.
"Eso quiere decir que hay más petróleo que fluye al Golfo de México que en ningún otro momento de nuestra historia. Y significa que hay más crudo vertido que en el naufragio del petrolero Exxon Valdez [en Alaska, en 1989]", agregó Browner.
La asesora de la Casa Blanca para Medio Ambiente también confirmó las peores estimaciones y pronósticos que alertan que es posible que el crudo siga manando en el lecho marino hasta agosto próximo.
La magnitud del desastre podría agravarse en las próximas semanas con la expansión de la marea negra, ya que la administración norteamericana espera la temporada de tormentas tropicales más intensa desde 2005, que prevé la formación de 8 a 14 huracanes.
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