Tras el fracaso de su operación para sellar la fuga en el Golfo de México, British Petroleum (BP) anunció otro plan de contención de crudo para detener el escape al menos hasta agosto -mes para el que esperan tener construidos pozos secundarios-.
"Estamos decepcionados. No fuimos capaces de controlar el flujo del pozo. La fuga era demasiado importante", declaró el director general de BP, Bob Dudley, a la cadena CNN, tras constatar el sábado que el intento de inyectar restos sólidos en el pozo no había logrado detener el escape de crudo.
BP volverá a una solución parecida a la tapadera de confinamiento que había fracasado a principios de mayo por la formación de cristales de hielo bajo el efecto del gas y del agua.
"Si podemos contener el flujo del pozo entre ahora y el mes de agosto y hacer que el petróleo no se derrame en el mar, sería una salida positiva. Luego, si logramos parar totalmente el derrame gracias a un pozo secundario, también sería una buena noticia", explicó Dudley.
Pasadas seis semanas de la explosión y hundimiento de la plataforma petrolera en el Golfo de México, la corporación gigantesca aún busca una manera, aunque sea temporal, de taponar el pozo, cuyo crudos está arruinando playas, pantanos y hábitats de especies salvajes.
El pozo de alivio que se está excavando, presuntamente la mejor solución a largo plazo, estará listo en dos meses o más, justo a mediados de la temporada de huracanes del Atlántico que comienza mañana.
El presidente norteamericano, Barack Obama, manifestó que la nueva falla de BP es "indignante y desalentadora", luego que ésta anunció el sábado que fracasó su intento de cerrar el pozo a 1.500 metros (5.000 pies) de profundidad con lodo pesado y residuos.
El gigante británico de la energía subrayó durante la semana pasada que "Top kill" -así era el nombre de la operación que se llevó a cabo durante el sábado- era la mejor oportunidad de frenar la filtración, más que perforar un pozo nuevo de auxilio, un proceso que ha comenzado pero que tomaría otros dos meses.
"Esto asusta a todos, el hecho de que no hayamos podido hacer que este pozo deje de verter petróleo", reconoció el director de operaciones de BP, Doug Suttles.
El derrame es el peor en la historia de Estados Unidos, tras superar al desastre del buque Exxon Valdez en Alaska en 1989. Hasta ahora, ha despedido entre 68 millones y 151 millones de litros (18 y 40 millones de galones).
Once trabajadores murieron cuando la plataforma de perforación Deepwater Horizon explotó y se hundió el pasado 20 de abril.
Suttles dijo que BP ya se prepara para el próximo arreglo temporal, en el que intentará cortar una tubería de elevación dañada y cerrarla con una válvula de contención. El procedimiento llevaría entre cuatro y siete días.
"Es la peor catástrofe ecológica de EE.UU."
El derrame de petróleo en el Golfo de México "es seguramente la peor catástrofe ecológica de Estados Unidos", dijo ayer la responsable de la Casa Blanca para el Ambiente, Carol Browner.
En tanto, el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, opinó que al presidente norteamericano, Barack Obama, le faltó la "percepción de la urgencia" para enfrentar el problema.
Browner, en declaraciones al programa "Meet The Press" de la cadena NBC, señaló que la plataforma de la petrolera British Petroleum (BP), que estalló el 20 de abril pasado, "es sin dudas el peor derrame de Estados Unidos".
La funcionaria agregó que "ello significa que hay mayor cantidad de petróleo que está contaminando el Golfo, respecto de cualquier otro de nuestra historia, lo que significa que hay más crudo" respecto del drama de la petrolera Exxon Valdez.
Dado que el derrame puede prolongarse hasta agosto, el gobierno "se prepara para lo peor", dijo Browner.
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