Legisladores y ciudadanos estadounidenses exigieron ayer que British Petroleum (BP) y el gobierno del presidente Barack Obama hagan más por salvar la costa de un incontrolable derrame de crudo.
El fracaso de una técnica denominada “top kill” con la que BP intentó sellar el dañado pozo en el Golfo de México y detener el derrame de crudo, desató un aumento de la ira y la frustración en Estados Unidos, lo que representa un gran desafío nacional para Obama.
El mandatario, quien calificó al pozo de BP como un “desastre hecho por el hombre”, intenta esquivar las críticas que indican que su gobierno actuó con demasiada tardanza en su respuesta al derrame, cercano a cumplir seis semanas, y que se convirtió en el peor ocurrido en la historia estadounidense.
Los analistas manifiestan que la crisis podría llegar a ser un lastre político para el presidente demócrata mientras su gobierno y su partido, afectado por los feroces debates de políticas económicas y de salud, se dirigen hacia las elecciones parlamentarias de medio mandato en noviembre.
“Este es probablemente el mayor desastre ambiental que hayamos enfrentado en este país”, dijo la máxima asesora de energía de la Casa Blanca Carol Browner para la cadena NBC.
En este contexto, el gigante energético británico BP enfrenta, junto a la industria petrolera estadounidense, más indagaciones sobre por qué los sistemas de apoyo de seguridad no acompañan su incansable búsqueda de más petróleo en aguas oceánicas cada vez más profundas. Así, la empresa vió su reputación y valor comercial afectados por el catastrófico derrame.
Además, funcionarios del departamento de Justicia son parte de una investigación federal en curso sobre la explosión del puente petrolero del 20 de abril que ocasionó el derrame, y el gobierno de Obama no descartó la posibilidad de un juicio criminal.
Sin garantías
En Luisiana, cuya costa ya está afectada por el derrame, senadores y autoridades locales exigieron que BP y el gobierno federal que se apresuren en poner en ejercicio un plan para crear una barrera de arena al petróleo mediante un sistema de dragado, acumulación y unión de los bancos de arena e isletas periféricas.
Por su parte, BP advierte que ya tienen planeado un nuevo procedimiento, que intentará encajar una tapa de contención sobre el pozo del derrame, pero que esto podría tomar entre 4 y 7 días. Incluso entonces el éxito no está garantizado, ya que el método no fue intentado anteriormente a la profundidad de la filtración, 1,6 kilómetros.
La solución más segura es el armado de un pozo de alivio, el cuál ya está siendo perforando. Pero las autoridades notificaron que recién estará listo para inicios de agosto. Por lo pronto, la única seguridad es la cantidad de petróleo derramado, que alcanza entre los 12.000 y los 19.000 barriles diarios.
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