Mientras desde distintos organismos tanto gubernamentales como no gubernamentales se pregona el uso a conciencia del agua y su preservación como recurso natural no renovable, las pérdidas de agua en la Capital se multiplican a diario. Las "lagunas" y "arroyos" artificiales, generados como consecuencia de rotura de caños y mangueras, se multiplican a diario, de manera generalizada, por los distintos sectores de la Capital.
Hasta hace unos meses, fácilmente se podía discriminar a la zona Norte y a la zona Sur como las más afectadas. Actualmente, las pérdidas proliferan por todas las arterias de la Capital. Del mismo modo, los reclamos van en aumento y todo indicaría que no habría una solución a corto o mediano plazo.
En el Barrio El Milagro, cerca de la Plaza de Choya, sobre la calle Señor de los Milagros, una pérdida de agua genera un pequeño arroyo. Se trata de una arteria de tierra que, como consecuencia de la gran cantidad de agua que se pierde, hoy se halla empantanada. Si bien los vecinos realizaron los reclamos a las autoridades pertinentes, la respuesta se hace esperar.
En el Barrio 48 Viviendas, enfrente de la Escuela Zona Norte, ubicada sobre la Avenida Los Terebintos, otra pérdida de agua genera malestar entre los residentes. Se trata de una manguera rota por donde se desperdicia mucha agua potable. Las quejas por esta pérdida también son constantes. No obstante, ayer los vecinos de este barrio tuvieron una respuesta. Una cuadrilla de la Secretaría del Agua y el Ambiente se acercó a reparar el daño.
Según comentaron los trabajadores, la demanda desde los distintos barrios para arreglar pérdidas es mucha, prácticamente en todas las zonas de la Capital. También explicaron que las roturas se producen como consecuencia de la presión, en algunos casos. En ocasiones, la destrucción de caños y mangueras se deben al compactamiento de la tierra, que con el paso del tiempo los van deteriorando.
Además, comentaron que están trabajando varias cuadrillas, cada una integrada por dos operarios, en distintas zonas de la Capital. Al mismo tiempo, destacaron que en promedio, a diario, una cuadrilla repara entre 4 y 5 pérdidas. El número depende del suelo, explicaron, porque en terrenos pedregosos el trabajo se torna más complicado. No así en terrenos con médanos.
Pocas respuestas
A principios del mes pasado, Pablo Murúa, miembro de directorio de la Empresa Aguas de Catamarca, había admitido que son crónicas las pérdidas de agua, en distintos puntos de la ciudad. También había remarcado que constantemente la empresa debe afrontar estas pérdidas aunque, aclaró, muchas veces el problema está en la capacidad de respuesta que Aguas de Catamarca tiene para reparar la pérdida. Según Murúa, para responder, se necesita de una capacidad logística y de material.
"Es una de las dificultades que tenemos al no tener suficiente recurso. No tenemos la respuesta, muchas veces, en tiempo y forma, y a veces eso hace que las pérdidas estén por mucho tiempo", había reconocido.
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