Un monitoreo de agroquímicos en el río Negro, realizado en febrero pasado y durante los tres años anteriores en siete ciudades y dos parajes, concluyeron que todos los compuestos detectados en proximidades de las tomas de agua están en “niveles trazas” o concentración mayor que el límite de registro del método, pero menor al límite de cuantificación.
Los drenajes de los sistemas de riego presentan residuos de plaguicidas en mayor número y concentración que en el curso de agua, porque conducen los excedentes de riego en las áreas cultivadas que están más expuestos a recibir residuos de los agroquímicos.
El compuesto más frecuentemente detectado en “niveles trazas” fue clorpirifos –en febrero del 2008- en Allen, General Roca, Villa Regina y Choele Choel. “No existen al presente, tanto a nivel nacional como internacional, niveles guía de clorpirifos para el agua destinada a consumo humano con tratamiento ni para agua de bebida de animales”, puntualiza un informe del Departamento Provincial de Aguas al cual accedió ADN.
Como parte del programa de monitoreo de agroquímicos sobre el curso del río Negro, en la temporada de aplicación de esos productos, se vienen tomando muestras superficiales de agua en cercanías de las tomas de agua potable, con el propósito de determinar la presencia de esos compuestos, desde el año 1997, y continúa en cada temporada productiva.
Se ha incorporado al muestreo el análisis de la presencia de agroquímicos en los principales canales de drenaje de los sistemas de riego, que están influidos por la actividad frutícola o por las distintas industrias del rubro, como frigoríficos y galpones de empaque y que aportan al río Negro.
El muestreo se concretó en cercanías de tomas de agua para potabilizar ubicadas en Allen, General Roca, Villa Regina, Chimpay, Choele Choel, Lamarque, Colonia Josefa, Viedma y la Isla La Paloma, situada a varios kilómetros aguas abajo de la capital rionegrina, como también en drenajes ubicados en el Alto Valle, Valle Medio, General Conesa y Valle Inferior.
Las muestras se tomaron en noviembre del 2007, febrero, abril, agosto y noviembre de 2008, febrero, abril, agosto y noviembre de 2009 y febrero de 2010.
Se evaluaron organofosforados, organoclorados, carbamatos, piretroides, funguicidas y los compuestos difenilamina y etoxiquina. Esas dos últimas son sustancias antiescaldantes utilizadas en galpones y frigoríficos de empaque de peras y manzanas.
La lista de pesticidas monitoreados incluye los más comunes usados en el área de estudio y otros que han sido elegidos debido a su alta toxicidad, persistencia y potencial movilidad en el ambiente. Los análisis fueron realizados en el laboratorio del Libiquima de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue.
Todos los compuestos detectados sobre el río Negro, en proximidades de las tomas de agua, del 2007 hasta este año, estuvieron en concentración mayor que el límite de detección del método, pero menor al límite de cuantificación, según el extenso informe oficial.
El mismo texto consigna que los drenajes de los sistemas de riego de la cuenca del río Negro presentan residuos de plaguicidas en mayor número y concentración que en el curso de agua, debido principalmente a que como conducen los excedentes de riego en las áreas cultivadas están más expuestos a recibir residuos de los agroquímicos aplicados en las mismas o los que se utilizan en los galpones de empaque.
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