Al menos siete personas murieron en Nuevo León, frontera de México con Estados Unidos, por las fuertes lluvias causadas por el huracán Alex, confirmó ayer el gobernador de ese estado, Rodrigo Medina. En días previos, ya habían fallecido otra persona en el estado de Oaxaca y tres en el de Guerrero.
"Hemos tenido el reporte de siete personas que lamentablemente han perdido la vida, en situaciones directas o indirectas que se han derivado del fenómeno", dijo el mandatario estadual.
Al menos 110.000 usuarios continuaban sin suministro de agua ni energía eléctrica en la zona metropolitana de la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León, tras el embate de Alex, informó la autoridad.
De acuerdo con los informes oficiales, en Monterrey el fenómeno dejó un puente caído, barrios inundados y rutas destrozadas o cerradas.
El presidente Felipe Calderón recorrió las zonas dañadas de la ciudad donde las aguas de las inundaciones han volcado autos y camionetas además de cubrir viviendas con barro y rocas casi hasta el techo.
Calderón dijo que se habían desplazado 1.200 soldados para apoyar las medidas de rescate.
Medina, por su parte, agregó que las personas se quedaron sin luz y sin agua por la caída de postes y cables eléctricos que causó la explosión de transformadores eléctricos.
Alex, el primer huracán de la temporada en el Atlántico, causó una decena de muertos a su paso por Centroamérica.
El ciclón se disipó el viernes en territorio mexicano luego de su ingreso el miércoles por la costa del estado de Tamaulipas, sobre el Golfo de México, como huracán de categoría dos.
La tormenta ocasionó precipitaciones muy por encima de lo habitual en cinco estados del noreste mexicano, informaron las autoridades.
En Monterrey, tercera Ciudad de México, con 4 millones de habitantes en su zona metropolitana, las lluvias fueron las más fuertes en un siglo y el canal del río Santa Catarina se desbordó y se llevó a su paso automóviles y trozos de calles.

Ahora, a EE. UU.
El sur de EE. UU. espera para hoy fuertes lluvias. Alex subirá el riesgo de inundaciones y la baja presión tropical puede producir tormentas, advirtieron meteorólogos al diario The New York Times. Las fuertes olas podrían afectar la tarea de limpieza de petróleo del accidente de BP, dijeron.