Los esfuerzos por contener el derrame de petróleo en el Golfo de México se reanudaron ayer tras el paso por la zona del huracán Alex. Un enorme buque cisterna especialmente transformado y acondicionado comenzará a ser utilizado en los próximos días para las tareas de limpieza del crudo derramado por la petrolera BP tras el estallido de una plataforma el 20 de abril. La embarcación, que ayer fue puesta a prueba por 48 horas, tiene capacidad para succionar hasta medio millón de barriles por día, la misma cantidad que recogieron en dos meses los cientos de naves empleadas hasta ahora.