El gobierno uruguayo ajusta detalles de la fórmula que su canciller Luis Almagro llevará a Buenos Aires para poder concretar con la Argentina el acuerdo que ponga fin formal al diferendo entre los dos países, aunque se considera que eso no es tan sencillo como parece.
El canciller Almagro se encontrará esta semana en Ecuador con su colega argentino Héctor Timerman durante una cumbre de Unasur, pero en el gobierno uruguayo entienden que no habrá tiempo de tener la fórmula pronta ni de poder conversarlo en ese país. Las instrucciones de Mujica son no perder tiempo y avanzar lo más rápido que sea posible.
Pero "lo más rápido", llevado a los papeles, no significa que sea de un día para el otro, dijo en reserva un informante vinculado al tema. Aclaró que el acuerdo no será sencillo. Eso, pese a que la decisión política es solucionar el caso.
"La contrapropuesta será para acordar, no para confrontar, porque el interés mayor es lograr un acuerdo que sea positivo para las dos partes", dijo a LA NACION una fuente del gobierno oriental.
Hay consenso en que los controles ambientales se hagan en forma conjunta y que el monitoreo comprenda a todo el río Uruguay, así como que si es necesario ingresar a la planta para chequeos, eso también se haga con representantes de todos los países. Pero esas condiciones, e incluso esa expresión de "si es necesario", no tienen una sencilla formulación documental, según las fuentes.
Uruguay exige que el monitoreo en la zona de la fábrica, o incluso en su interior, se realice con "absolutas garantías" para UPM (ex Botnia).
La semana pasada, Timerman dejó un documento con la propuesta argentina para el monitoreo conjunto sobre el río Uruguay. La contrapropuesta tiene aspectos técnicos y políticos. Los técnicos son el resultado de análisis de los servicios jurídicos de Relaciones Exteriores e incorporar los informes del Ministerio de Medio Ambiente y la dependencia que está abocada a los controles de la fábrica de celulosa UPM.
Los aspectos políticos fueron definidos por el propio José Mujica sobre la base de voluntad de acuerdo y con la condición de que cada parte ceda algo, para que el acuerdo tenga bases firmes.
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