A velocidad express, el gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, firmó ayer el decreto autorizando la imposición de un cargo fijo de hasta el 18% en la factura del servicio de Aguas Cordobesas, luego de que el Ente Regulador de los Servicios Públicos (Ersep) le elevara un informe el viernes con las diferentes alternativas posibles para incorporar dicho cargo a la boleta, que tendrá como fin financiar la instalación de más de 70.000 medidores en los próximos tres años.
La novedad en este contexto es que el gobierno introdujo una modificación para tratar de alivianar el peso de este nuevo ítem que se sumará a la factura: el cargo se abonará escalonadamente en tres cuotas trimestrales que se pondrán en vigencia con los consumos de agosto, noviembre y febrero del año próximo.
Concretamente, la suba se aplicará a la totalidad de los usuarios menos a los del zonal 1, que nuclea a los sectores más humildes; a los beneficiarios de tarifas sociales, y a jubilados y pensionados.
En tanto, la suba será del 16,5% para el zonal 2 (sector bajo), que agrupa al 47% de los usuarios, que pagarán el cargo dividido en tres cuotas de 5,24% cada una. El impacto real promedio sobre la tarifa será, entonces, de $ 4,25 a pagar escalonadamente en tres veces. Es decir que en agosto pagarán
$ 1,40, en noviembre $ 2,80, y en febrero ya comenzarán a pagar la suba total.
Por último, el resto de los zonales deberán abonar un cargo del 18%, dividido en tres cuotas de 5,70%. Para los zonales 3, 4 y 5, que concentran a los sectores medios, el impacto final rondará entre $ 5 y $ 7. Por su parte, los zonales 6 y 7, que agrupan a los usuarios de barrios cerrados y countries, pagarán entre $ 10 y $ 25 promedio.
Cabe destacar que Schiaretti tomó la decisión apenas dos días después de que el Ersep elevara el informe, contrariando completamente con lo sucedido con el aumento de la tarifa, que se demoró seis meses. La jugada terminará generando seguramente un fuerte malestar en la población, debido a que la imposición del cargo fijo llegará casi de la mano con la última suba tarifaria del 10,58% aprobada sólo una semana antes y que es retroactiva a enero (los retroactivos no cobrados se incluyen en las nuevas facturas de a uno por mes).
Esto quiere decir que en las boletas correspondientes a julio, por ejemplo, los clientes no sólo verán un mayor monto producto de la suba por el cargo fijo, sino por la aplicación del retroactivo no cobrado en febrero ($ 2,5 más para el zonal 2, por ejemplo), una situación que podría haberse vitado si el aumento de la tarifa no se hubiera extendido sin sentido por casi todo un semestre.
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