En el estudio, publicado en la revista Water Research, se explica que el arsénico puede destruir el proceso de fotosíntesis de las plantas marinas, alterando el comportamiento del sistema natural.
El arsénico está presente naturalmente en los océanos, pero los sedimentos del fondo marino filtran el agua, en un proceso natural que deriva en una presencia de bajo nivel de este elemento químico.
Las pérdidas de petróleo bloquean el trabajo de esos sedimentos, por lo que el arsénico no es absorbido y pasa a afectar la cadena alimentaria, aseguraron los investigadores.
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