Por estos días los empresarios mineros sanjuaninos se están frotando las manos: la flexibilización de la ley antiminera en Mendoza, que rige desde 2007, permitirá el inicio de un megaproyecto minero en esa provincia y los locales quieren entrar en el negocio: la explotación de la mina Potasio Río Colorado, en Malargüe, con una inversión de U$S 4.000 millones, alienta los planes y expectativas de los proveedores sanjuaninos que están esperando hacer contratos con la brasilera Vale Do Rio Doce que tiene en sus manos el proyecto.
Este emprendimiento es tan grande como el local Pascua-Lama, por lo que se estima que demandará bienes y y servicios de por lo menos unas 500 empresas proveedoras, y las sanjuaninas quieren su tajada, según aseguraron a DIARIO de CUYO los principales referentes del sector.
"¡Por supuesto! Obviamente nosotros vamos a buscar insertar nuestros servicios" dijo Fabrizzio Benedetti, titular de Casemi, la cámara que agrupa a una parte de los prestadores de la minería sanjuanina. "No deja de ser atractivo para nuestros socios, incluso es un tema que se va a tratar en nuestra próxima reunión, una cena el próximo 12 de julio", agregó Adrián Cellura, titular de CEPSM, la otra cámara local que reúne a proovedores mineros.
"Hay una excelente predisposición para ir a trabajar a Mendoza", replicó en sintonía, Ricardo Martínez, empresario del sector y presidente de la Cámara Minera de San Juan.
Una de las cartas fuertes que ostentan las empresas locales es la experiencia o "know how" adquirido en estas tierras, donde la megaminería lleva ya algunos años de ventaja. Eso ha permitido el aprendizaje de normas preestablecidas de trabajo en torno a los contratos y exigentes requerimientos que piden a sus proveedores las multinacionales que operan estos proyectos.
Y todos en San Juan están dispuestos a hacer valer este factor. "Las empresas del sector minero de San Juan cuentan con excelente predisposición para ir a trabajar a Mendoza. Al haber iniciado antes la minería en la provincia, ya cuentan con experiencia en prestar servicios mineros de alta calidad", destacó Martínez.
Y Benedetti agregó: "Así como los prestadores de servicios mendocinos vinieron a San Juan a participar del negocio, obviamente nosotros vamos a hacer lo mismo, buscar insertar nuestros servicios en Mendoza". Se calcula que aproximadamente un 15% de las firmas que trabajan con la minería en San Juan son mendocinas.
El empresario metalúrgico analizó que las exigencias provinciales de contratar mano de obra e industria local no serán un impedimento para esto: "Aquí buscamos entre el gobierno y los prestadores que la mayoría fuesen locales, y en Mendoza que tiene su Casemi, van a defender lo mismo. Pero con la envergadura que tiene el proyecto Potasio Río Colorado y el de Pascua-Lama, que se desarrollarán simultáneamente, casi que no vamos a dar abasto en la región. Va a haber lugar para todos. Y las empresas sanjuaninas vamos a poder participar en todos los rubros que se demanden, gracias al know how que nos dio Barrick con Veladero", dijo Benedetti, en alusión a la primer mina metalífera que significó el inicio de la megaminería en San Juan.
Más cauto, Cellura reflexionó que trabajo no va a faltar, pero advirtió que "cada empresa prestadora tendrá que revisar la capacidad operativa y financiera para estar en los dos lugares a la vez". Agregó que la idea de la entidad que preside es realizar un relevamiento de los proveedores mendocinos y analizar qué nichos de trabajo pueden anexar los sanjuaninos. "Tal vez se puede pensar en realizar algunas UTEs, donde nosotros podemos aportar todo el know how que tenemos en la provincia con la gran minería", agregó
Pionera
Potasio Río Colorado es un proyecto para extraer sales de potasio, un fertilizante para la agricultura que tiene alta demanda en el mundo. Marca también el ingreso de Mendoza a la megaminería, aunque se intenta sostener que no contamina porque no usa químicos en la producción como la minería metalífera
