Finalmente se ponen en marcha los trabajos restantes de la obra de cloacas en el oeste de la ciudad, y se espera que en pocos meses más los vecinos de cinco barrios puedan contar con el ansiado servicio.
La Provincia firmó ayer en nuestra ciudad un nuevo contrato con las empresas que venían desarrollando estas tareas, y formalmente se comprometió a hacerse cargo de la finalización de las obras.
El acto se llevó a cabo en la sede del Centro Cívico Rafaela, y contó con la presencia de funcionarios del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, y de representantes de las firmas contratistas.
La ceremonia fue una continuidad de lo realizado el pasado 12 de mayo, cuando el Ministro Antonio Ciancio rubricó el traspaso de la obra del Municipio a manos de la Provincia.
A diferencia de aquella oportunidad, ayer no se escucharon de parte de los funcionarios municipales presentes, reproche alguno por los atrasos en los pagos. Por el contrario, todo se desarrolló sin mayores sobresaltos.
En primer lugar, habló la Coordinadora del Nodo Rafaela, Natalia Enrico, quien justificó la convocatoria de ayer en la importancia que reviste la obra en la ciudad, y en la necesidad de que los vecinos tomen conocimiento de este paso final para la culminación de la misma.
Seguidamente, hizo uso de la palabra el Director Obras Hidráulicas, Arnaldo Zapata, quien anunció que desde ayer comenzaron a correr los plazos previstos para la finalización de los trabajos.
Cabe recordar que estos dos frentes de obra abiertos involucran a los barrios Malvinas Argentinas, Martín Fierro, Independencia, Güemes y Pizzurno.
En los cuatro primeros, existe un plazo de obra de tres meses. Allí, lo más importante que queda por realizar son las dos plantas de bombeo para el funcionamiento del sistema. En cambio, en Pizzurno, se estima que la empresa seguirá en el lugar hasta fin de año, ya que el avance de obra es mucho menor.
De todas maneras, Zapata reconoció que los primeros trabajos que deberán realizar las empresas están vinculados a las etapas ya realizadas. Es decir, a la constatación de los sectores donde la obra ya pasó y al estado en que se encuentra la red instalada.
Cabe recordar que las empresas a fines del año pasado había abandonado las tareas, tras los atrasos en los pagos de los certificados de obra de parte de la Provincia.
Si bien las firmas involucradas eran tres, una de ellas ya no tiene que regresar al lugar por haber finalizado los trabajos. Se trata de Mundo Construcciones, cuyo frente de obra comprendió a los barrios Antártida Argentina, Los Nogales y Amancay.
En este sentido, las empresas que deberán continuar con los trabajos (y que ayer rubricaron los nuevos convenios con la Provincia) son Menara Construcciones y Cocyar.
Actualmente, las tres continúan negociando con la Provincia el pago de los trabajos realizados y, teniendo en cuenta que las licitaciones se realizaron en 2007, los montos correspondientes a la redeterminación de precios.
De todas maneras, aseguran que las conversaciones están bastante encaminadas y todos confían en que no surgirán inconvenientes para la finalización de la obra.
Una polémica que se podría haber evitado
Por Mauro Gentinetti
Cuando en 2008 se conoció la novedad de que la Provincia había dejado de abonar los certificados de la obra de cloacas, fue difícil imaginar que el tema se iba a convertir en el principal foco de conflicto entre el Gobierno provincial y el Municipio local.
Pasaron dos años y en el medio hubo paralización de obra, promesas incumplidas, protestas desmedidas y, sobre todo, poca predisposición al diálogo.
Ayer, la gestión binnerista rubricó en nuestra ciudad el nuevo convenio con las empresas adjudicatarias y todo parece encaminarse a su etapa definitiva.
En un sencillo acto realizado en el Centro Cívico, el Gobierno terminó haciendo lo que durante estos dos años se había negando. Es decir, hacerse cargo de la obra.
¿Por qué entonces las demoras? Con las obras ya reiniciadas, ¿cómo se explican los meses en que se interrumpieron los trabajos? Los costos políticos de estas decisiones, será algo que el Gobierno provincial y sus representantes locales deberán medir, ya que a la luz de los hechos se trata de un problema que se podría haber resuelto de la misma manera, pero mucho tiempo antes.
Del mismo modo, la polémica se podría haber evitado si el Gobierno anterior hubiera programado la obra de la misma manera en que ahora se está haciendo. Es decir, si en 2007 se hubieran dejado firmado convenios similares a lo que ayer se rubricaron con las empresas, todo hubiese sido distinto.
Sin embargo, la gestión de Obeid se comprometió a ejecutar una obra que, en los papeles, nunca dejó de ser del Municipio y que, entre otras cosas, nunca tuvo plazos previstos.
En repetidas oportunidades se justificó diciendo que se trató de una asistencia por los daños sufridos durante las inundaciones de marzo de 2007. Algo justo y necesario. Pero se podrían haber cuidado las formas, evitando así las desprolijidades.
En el medio, como siempre, la gente. Vecinos que vieron cómo quedaban postergadas sus expectativas de mejorar la calidad de vida, y que ahora rezan porque, esta vez, las empresas se retiren del lugar con los trabajos terminados.
|
|
|