El fuerte viento sudeste provocó que las aguas del Río de la Plata salgan de su curso natural y que en Quilmes la misma se desplazó a varias cuadras de la costa.
Desde la primera hora de la víspera, el brusco cambio de clima hizo que la temperatura baje en forma considerable y que la llovizna y el frío se apoderen de la mayor parte del Gran Buenos Aires.
En la zona sur, en la más próxima a las aguas del Río de la Plata, el viento causó varios inconvenientes. Uno de los casos más notorios fue lo ocurrido en Quilmes, en donde desde la primer ahora de la mañana el agua superó la línea del paredón, desbordó y anegó varias cuadras, incluso pasó por más de 100 metros el tradicional monumento al Indio Kilme.
A media mañana y una vez que los vecinos ya habían alertado a las autoridades sobre el desborde del río, una dotación del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Quilmes se hizo presente en la esquina de Otamendi y Juan B. Justo (calle 79) con un bote a modo de prevención, impidiendo el paso de todo tipo de vehículos que intentaban pasar hasta la zona ribereña.
La gravedad de la inundación se vio en las terminales de las líneas de micros 85 y 281, quienes improvisaron sus paradas sobre la avenida Otamendi en donde estacionaron todas las unidades.
Por su parte, el titular de la Defensa Civil de la Municipalidad de Quilmes, Néstor Guglielmino, dijo "que desde la madrugada, cuando comenzó a levantarse un fuerte viento, alertamos al personal porque estaba la posiblidad que salga el río".
"Minutos después, ya nos habíamos volcado a la calle para ayudar a quienes padecen el temporal", comentó el funcionario al ser consultado por EL SOL.
Gugliemino también confirmó que los dos establecimientos educativos que se encuentran en la zona afectada tuvieron que suspender las clases, en tanto que toda la actividad comercial de la zona (restaurantes, bares, etc) fue nula por completo.
Por su parte, la delegación municipal de la ribera, puso en funcionamiento su carro "playón" para ayudar algún vecino a sacar alguna de sus pertenencias o bien llevar adelante recorridas en caso que alguien, que vive por allí, deseara salir del lugar.
Hasta la tarde-noche de la víspera, se informó desde la Municipalidad que no se habían registrado evacuaciones y que esperaban que la situación comenzace a volver a la normalidad en hora de la noche, cuando esperaban que el viento cambiara y dejara de soplar con la dirección sudeste, la más temida en la ribera.
Por la noche
Al cierre de esta edición, desde la Dirección de Emergencia Social de la Comuna, a cargo de Javier Demolis, se informó que las aguas del río estaban volviendo a su cauce normal y que si bien en horas de la noche quedaban algunas calles anegadas, confirmaron que no había evacuados en la zona.
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