Sin embargo, la institución elaboró un comunicado en el que señala que en ningún momento se gestionó la compra de nuevos equipos. “Desmentimos categóricamente que nuestros técnicos estén gestionando la compra de otra máquina desalinizadora por un sistema de ultrasonido”, señala el comunicado de la SEN.
Según los correos mostrados por Suárez Berriel, el asesor técnico de la institución, luego de una visita realizada al Uruguay para conocer la empresa, solicitó datos del funcionamiento de la máquina desaladora.
“Tras instalar sus equipos en nuestra planta de Tte. Irala Fernández y si efectivamente se está desalinizando como se anunció y se está produciendo agua con niveles de salinidad aptos para el consumo humano, en ese caso, el equipo quedaría arrendado por la SEN”, dice parte del correo enviado por Godoy a la firma uruguaya.
Ante esta evidencia, resulta llamativa la postura de la SEN, en el sentido de desmentir que uno de sus técnicos haya gestionado la compra, al punto que la firma Fluids Life, tras lo conversado con el profesional remitió, a pedido suyo, una carta de intención al entonces ministro, hoy con permiso, Camilo Soares, para concretar la compra.
Según el representante de la empresa uruguaya, como no avanzó la compra, Godoy le habría pedido que no vaya a la prensa a ventilar todo lo sucedido. Suárez Berreil dijo que la intención de judicializar el caso es por los perjuicios que le generaron a su firma.
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