El Gobierno uruguayo manifestó su acuerdo a realizar un control interno de la planta de pasta de celulosa de UPM (ex Botnia), pero lo supeditó a que el resto de las fábricas ubicadas a la vera del río Uruguay se sometan al mismo tratamiento, de acuerdo con lo planteado por el canciller oriental Luis Almagro a su par argentino Héctor Timerman en la contrapropuesta para el monitoreo ambiental conjunto presentada este martes.
Según informó NA, Almagro y Timerman se reunieron el martes por la noche en forma reservada en el Palacio San Martín, donde el canciller argentino recibió la contrapropuesta para la vigilancia ambiental de la cuenca del río compartido y si bien admitió que no tuvo tiempo de analizar el documento uruguayo, ratificó que la propuesta argentina incluía el monitoreo ambiental en el interior de la papelera de Fray Bentos.
“Vino a verme y me entregó una contrapropuesta al planteo inicial, pero todavía está en estudio”, señaló Timerman en el marco de la reunión que mantuvo en el Palacio San Martín con miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores.
En este sentido, recordó que el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya señala que “el control debe realizarse dentro de la planta papelera” pero aseguró que van a “ampliar el fallo para que se controle todo el río Uruguay”.
Por otra parte, el canciller le cerró la puerta a la posibilidad de que veedores de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú participen en la vigilancia, al afirmar que “es la ciencia la que tiene que controlar el medio ambiente”.
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