Especialistas de Bolivia, Paraguay y Argentina comenzarán a monitorear sistemáticamente los sedimentos del río fronterizo para determinar el grado de contaminación de sus sedimentos en la cuenca baja, desde Misión La Paz hacia Formosa.
El tema fue resuelto durante un seminario internacional que se realizó en Salta sobre el tema, con participación de especialistas de distintos países.
Allí los técnicos informaron que el agua del Pilcomayo llega en buenas condiciones a Misión La Paz, uno de los 32 puntos de la cuenca desde Potosí hasta Formosa en los que la Comisión realiza un monitoreo hidrológico permanente.
Según aseveró el jefe de la Unidad de Monitoreo y Centro de Datos, de la Comisión, Claudio Laboranti, las muestras de agua que desde 2007 se obtienen periódicamente en Misión La Paz, detectaron la presencia de níquel, cromo, cobre, plomo y mercurio-, entre otros metales pesados, pero no en cantidades alarmantes.
El funcionario señaló a Nuevo Diario que los 300 kilómetros de cauce del río entre las minas de Potosí y Misión La Paz hacen que el agua no llegue contaminada a la cuenca baja del Pilcomayo.
"La contaminación de las aguas del río es en especial un problema sobre todo de los departamentos de Bolivia", resaltó.
Pero los especialistas han concluido que la contaminación -producida también por causas naturales, aunque en menor medida- llega a la cuenca baja en especial por los sedimentos.
El tema no es menor: en cada crecida del verano, el Pilcomayo acarrea por 140 millones de toneladas de sedimentos, dijo Laboranti.
"Ahora la Comisión tiene claro que es necesario monitorear sistemáticamente la calidad de sedimentos del Pilcomayo en un primero momento, y más tarde monitorear la contaminación que podrían tener peces y vegetales", indicó Laboranti.
El funcionario indicó que los tres países tienen que actuar en forma consensuada con el río Pilcomayo, "para evitar que suceda aquí lo mismo que en el río Uruguay con Botnia".
El grado y la composición de la contaminación de los sedimentos suma un nuevo interrogante sobre la utilidad de las toneladas de sedimentos que el río arroja en Salta y Formosa..
"Todavía son un dolor de cabeza. No sabemos que hacer con ellos, y es necesario hacer mucha investigación al respecto.
Aquí no se repite la historia del Nilo, en Afrecha, que tras sus crecidas deja la tierra enriquecida de humus". |
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