La contaminación de la que es blanco la Cuenca del Plata fue abordada en un encuentro de doble jornada que reunió a entidades ambientalistas, especialistas universitarios y funcionarios gubernamentales de las diversas regiones regadas por el gran estuario y sus afluentes. Los participantes remarcaron como principales fuentes de alteración de las aguas y los suelos los compuestos no tratados derivados del sistema cloacal y la actividad industrial, la deforestación de los montes ribereños y la construcción de terraplenes costeros.
Entre el miércoles y ayer se desarrolló en la sede náutica del Club Universitario, en Punta Lara, el II encuentro en el país del Centro de Saberes y Cuidados Socioambientales de la Cuenca del Plata, con la participación de numerosos representantes de ONGs dedicadas a la defensa del ambiente, expertos en temas ecológicos y autoridades de distintas órbitas estatales.
Según los conceptos vertidos por los distintos participantes los 3 millones de kilómetros cuadrados por los que se extiende la Cuenca del Plata -desde el sur de Brasil, pasando por el oeste boliviano, el Paraguay en su amplia extensión, el norte y centro de Argentina hasta nuestra región- sufre el impacto de las intervenciones de la actividad humana.
El director de Coordinación Ambiental Itaipú Binacional, Nelton Friedrich, abrió las ponencias y resaltó que "a la construcción social de la sustentabilidad se llega a partir de nuevos paradigmas de los saberes y de la ética del cuidado". También expusieron sobre las particularidades de la Cuenca en cada uno de los países integrantes Franklin de Paula -subsecretaría de Recursos Hídricos del ministerio de Ambienta de Brasil-; Inés Bordagaray -dirección nacional de Aguas y Saneamiento de Uruguay; Claudia Gotta -facultad de Humanidades y Artes y de la Escuela de Educación Ambiental "Chico Mendes" de Rosario; y Walter Pengue -Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente de la Universidad Nacional de General Sarmiento-.
Las ONGs regionales Ala Plástica y Nuevo Ambiente brindaron su diagnóstico sobre las causas que producen la degradación del ambiente en la zona costera de Berisso y Ensenada. "La contaminación se origina en los efluentes que llegan al Río de la Plata desde el polo petroquímico, en las plantas de depuración de líquidos cloacales que no funcionan debidamente, la deforestación del monte ribereño y la construcción de los terraplenes que se levantan sobre los humedales, que cumplen una función importantísima en el ecosistema", puntualizó el integrante de Nuevo Ambiente Marcelo Martínez.
La Cuenca del Plata está integrada por tres importantes corrientes hídricas: los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay. Los dos últimos confluyen en el Río de la Plata, que dirige sus aguas hacia el Océano Atlántico Sur y alimenta un ecosistema marino muy rico en especies, con un enorme corredor de humedales que vincula el pantanal paraguayo con el delta del Paraná. Constituye, se remarcó desde diferentes ángulos, un ecosistema con notables biodiversidad y productividad biológica.
El objetivo de los encuentros de análisis sobre las condiciones de la Cuenca del Plata es, según se señaló, "coordinar acciones entre las diferentes organizaciones, con la participación de los sectores universitarios, para trabajar en la búsqueda de soluciones". |
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