Las provincias han realizado un diagnóstico del agua en tanto recurso y acordaron prioridades que, esperan, sean tenidas en cuenta cuando se diseñen obras de infraestructura. Sobre la base de aquellos criterios, Entre Ríos piensa conformar una cartera de proyectos a desarrollar entre 2011 y 2015.
“Nos permitirá por primera vez tener un horizonte respecto de un recurso que en veinte o treinta años será vital”, dirá el ministro de Planeamiento e Infraestructura, Guillermo Federik, antes de señalar que “hoy, no sólo que desaprovechamos el agua sino que cíclicamente sufrimos ante inundaciones o sequías, lo que no parece racional”. Se termina de entender las expresiones si se considera que sólo el 1,2 % del agua en el mundo es potable y que Entre Ríos, en comparación incluso con otras provincias argentinas, tiene a disposición el recurso pero exhibe atrasos en la legislación e infraestructura.
–¿Entiende que las normas debieran adecuarse a esta época, desde el paradigma del medio ambiente saludable?
–Hay una ley de aguas. Hay también proyectos de reforma en la Legislatura, que entiendo son aportes superadores. Asimismo, este diagnóstico del Cimop (Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas) avanza en consideraciones de tipo legal. De manera que, como todo es sinérgico, Fiscalía de Estado ya está estudiando el asunto. La urgencia nuestra son las obras de riesgo que financiaría el Prosap (El Programa de Servicios Agrícolas Provinciales), organismo que a su vez está produciendo estudios más focalizados, que tienden a volver viables los programas. Por ejemplo, si es fácilmente dimensionable el impacto que estas obras tendrán en determinadas explotaciones, debe ser contemplada por la normativa la chance de que el privado participe del financiamiento de ciertos emprendimientos. Todo esto confluirá en un nuevo marco regulatorio del uso racional del agua.
“En principio quisimos hacer un estudio técnico sobre la disponibilidad del recurso en el territorio nacional en función de su potencialidad para ser aprovechado racionalmente, con miras a definir una cartera de obras a nivel nacional que se adecue a los interese regionales y provinciales”, dijo a EL DIARIO.
La documentada publicación contiene, a juicio de Federik, un diagnóstico, un análisis y una evaluación de la utilización del recurso desde una perspectiva más científica que técnica-tecnológico, pero que establece las bases para que cada región formule su cartera de proyectos. “El estudio tiene una parte más conceptual y otra más técnica, donde se han estudiado una decena de cuencas hídricas de la Nación, la mayoría interprovinciales, excepción hecha por ejemplo de la cuenca del Gualeguay que es ciento por ciento entrerriana”, describió, antes de comentar que “el trabajo ha aportado información valiosa sobre la que nuestra Dirección de Hidráulica ya está comenzando a imaginar algunas obras”.
ARMADO. “Este desarrollo conceptual y práctico de algunas cuencas, nos ha permitido formular ya un plan de aprovechamiento en la provincia de Entre Ríos que está en busca de financiamiento, en acuerdo con la Unidad de Preinversión del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación”, explicó. “Esperamos llegar al primer trimestre de 2011 con una carpeta jerarquizada que rondará entre los 100 y los 150 proyectos”, expuso.
En efecto, el esquema oficial establece que las obras que se vayan generando serán incorporadas al plan quinquenal de infraestructura 2010-2015 que para el Bicentenario estamos formulando y que incluye proyectos vinculados a la potabilización y saneamiento de agua; a los acuíferos tanto sean superficiales como subterráneos, para fines productivos y de consumo humano; la gestión hídrica en cuencas y subcuencas, con referencia a las obras de protección de barrancas y de áreas urbanas inundables; las medidas estructurales para evitar el asentamiento en casi un 20% del territorio que es considerado aluvional o, al revés, plantea que las radicaciones pueden producirse sólo en el 80 % de tierra firme; las condiciones para una más óptima práctica productiva y uso del suelo; y un detalle de las posibilidades de contaminación de los cursos de agua y lo que debe hacerse no sólo en cuanto a la necesidad del monitoreo en tanto prevención sino además las obras que se precisan para corregir efectos no deseados en áreas y parques industriales.
En ese contexto, se producirá el llamado a la licitación para la obra de riego por aspersión en Villa del Rosario, que captará agua de la desembocadura del Perilago de Salto Grande y beneficiará a explotaciones citrícolas y de arándano. La inversión prevista ronda los 25 millones de pesos.
Paralelamente, se avanza en otras obras como la del Acueducto Mandisoví para riego de arroz y otros cultivos y el Acueducto La Paz - Feliciano para riego de arroz y otros cultivos. “Son obras mucho más ambiciosas, entre las dos se invierten 200 millones de pesos”, concluyó el ministro.
Foto: Archivo Programa Infoagua |
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