Un robot autónomo submarino, construido por la Facultad de Ingeniería de la bonaerense Universidad Nacional del Centro, será probado en el mar para mejorar la operatoria y mantenimiento del Puerto de Quequén a través de datos acústicos.
"El robot tiene suficiente tecnología para realizar estudios de batimetría, que miden las profundidades marinas para determinar la topografía del fondo del mar, con la ayuda de sonares que diseñan una 'foto' del relieve del fondo", informó el director del grupo de Investigación Tecnológica en Electricidad y Mecatrónica de la Facultad, Gerardo Acosta.
El prototipo, denominado Ictiobot, entrará en una etapa vital para que los investigadores evalúen el desempeño en el agua del submarino, por lo que la Universidad suscribió un acuerdo con el Consorcio del Puerto Quequén para que la Facultad entregue al puerto estudios de batimetría al costo. En la actualidad, el trabajo de monitoreo de las profundidades, de los bordes de las escolleras y de los sedimentos se hace manualmente con buzos.
El Ictiobot resultará una herramienta para monitorear los calados, los trabajos de dragado y la inspección de los taludes
submarinos, permitiendo mejorar la logística portuaria y la seguridad de los barcos. Ahora lo probarán en aguas tranquilas, donde las escolleras lo proteja de las turbulencias de mar abierto, ya que el vehículo toma decisiones en forma autónoma y cualquier falla en alta mar podría perjudicar la investigación. Los ensayos mar adentro están previstos cuando sea lo suficientemente sólida la inteligencia que lleva a bordo.
"Necesitamos testear las potencialidades del robot y su desempeño en el seguimiento de un objetivo, en la búsqueda, en las reacciones frente a obstáculos, procesos de inmersión y navegación cuando está sumergido", comentó Acosta.
Otro prototipo de vehículo autónomo submarino que desarrolla la facultad, guiado a control remoto, puede rastrear los barcos hundidos y elaborar un mapa exacto de su ubicación, información vital para poder extraerlos y limpiar la zona.
Estos acuerdos de vinculación como el que impulsan la Facultad de Ingeniería y el Puerto de Quequén, alientan las posibilidades para la instalación de un polo tecnológico, con un gran potencial para brindar servicios a otros puertos del país. En ese sentido, Acosta destacó la importancia de la investigación científica, de la generación de conocimiento, sobre todo desde instituciones educativas públicas, capaces de resolver problemas en el medio productivo. |
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