Varias casas del barrio Millamapu sufrieron agrietamientos provocados por los trabajos de zanjeo en distintas calles del sector, donde se desplegó un acueducto.
La cañería instalada le servirá a Aguas Bonaerenses SA (ABSA), en el marco de la crisis hídrica, para llevar mil metros cúbicos por hora del arroyo Napostá a la planta potabilizadora Patagonia y así disminuir la extracción del dique Paso de las Piedras.
La presidenta de la sociedad de fomento de Millamapu, Lidia Lagoa, comentó que los vecinos no tenían conocimiento de la obra, pero cuando el zanjeo llegó a las cuadras habitadas, las casas comenzaron a vibrar.
"Se caían cuadros y copas de las estanterías. Cuando la obra llegó a Remedios de Escalada al 4100, donde aparentemente hay una roca muy importante, se empezaron a agrietar las casas por las vibraciones producidas por los martillos neumáticos y las máquinas viales. Unas siete viviendas están afectadas.
"Además, cortaron un caño, lo que inundó varias cuadras y con una de las máquinas inclinaron la jabalina de un medidor de luz y así la dejaron, a punto de caerse. Evidentemente, la idea era hacer la obra sin importar lo que pasara", agregó.
La fomentista también dijo que varios vecinos presentaron pruebas sobre los daños producidos, exigiendo un resarcimiento económico.
"Alguien tiene que hacerse cargo. Eran zanjas muy profundas y pensamos que tocaron una roca madre, porque todo el barrio vibró. La preocupación continúa y los vecinos temen que las sequías y lluvias generen nuevos movimientos. Aparentemente no se hizo un estudio profundo del suelo. Tampoco nos avisaron, pese a que la sociedad de fomento está en contacto con la Municipalidad y con ABSA, porque hay gente que no tiene agua potable.
"Justamente por donde pasa el acueducto, hay vecinos sin el servicio y no es por que lo quieran gratis. Hay cosas que molestan mucho", opinó la fomentista, quien recriminó la falta de presupuesto para financiar la mencionada obra domiciliaria.
La tarea.
Los caños se colocaron en el centro de varias cuadras de Millamapu a mediados del mes pasado.
La empresa Karpa, subcontratada por ABSA, comenzó las tareas en la planta potabilizadora Patagonia y continúa con el acueducto a unos 100 metros del Camino de Circunvalación.
Sobre la calle Salliqueló se realizará el empalme con el tramo de cañerías que la firma platense Mako comenzó a colocar desde la toma del arroyo Napostá.
El secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad, Rubén Valerio, dijo que la obra servirá para aumentar el abastecimiento de agua potable a la ciudad, aliviando la extracción de los 9.000 metros cúbicos por hora que ABSA toma en Paso de las Piedras.
En cuanto al inconveniente suscitado en Millamapu, el funcionario indicó que la inspección de la obra está a cargo de ABSA, al tiempo que expresó que el suelo del barrio es muy rocoso, por lo que las mismas dificultades que se encontraron durante este trabajo se presentarán al momento en que se realice la red cloacal.
En cuanto al financiamiento de estos trabajos, señaló que se llevan a cabo con fondos aportados por empresas del sector industrial, a la vez que subrayó que el caudal servirá para abastecer a la ciudad.
Dow Argentina, Solvay-Indupa, Petrobras, TGS, Cargill y Profertil aportarán los 14 millones de pesos que cuesta la obra.
La construcción fue diseñada por ABSA, luego de un acuerdo que les permitirá a las empresas recuperar el dinero en cinco años, mediante bonificaciones que recibirán en sus facturas.
Este aporte empresario fue calificado como "importante" por Valerio, quien resaltó la actitud de las industrias que "más allá de las restricciones en sus plantas, no permanecen ajenas ante la crisis".
La intervención incluye el movimiento de suelos para la generación de un dique, la ejecución de una toma de agua en hormigón armado, la disposición de tres equipos de electrobombas de 500 m3/h con las válvulas correspondientes y, finalmente, tres tramos de cañería de impulsión, vinculando cada extremo del tendido.
Cuando fue anunciada, se dijo que la obra iba a estar finalizada a mediados de marzo pasado. Desde Karpa se informó que como fecha de inicio figura el 3 de mayo y que debe cumplir con la ejecución en un plazo de 60 días corridos.
"Vivimos una auténtica odisea"
Hugo Frías, uno de los vecinos afectados, trabaja en la perforación de suelos y afirmó que el piso es sumamente duro.
"Nunca pensé que el zanjeo iba a producir tanta repercusión. Tengo cimientos de muy buena calidad, de 80 centímetros de profundidad, con hierro, y hasta las vigas se partieron. Hay grietas en casi toda la estructura de la casa", sostuvo.
Frías aseguró que pudo sentir los temblores en el interior de la casa.
"Estábamos comiendo y las botellas y los vasos se movían. Lo que vivimos todos los días, hasta que pudieron pasar esta cuadra, fue una auténtica odisea. A unos 50 metros de mi casa, el suelo comienza a ser un poco más blando".
El vecino dijo que uno de los ingenieros de la firma Karpa le indicó que debían concurrir a la compañía de seguros Berkley International, para presentar las pruebas y gestionar el resarcimiento correspondiente.
El concejal del FPV-Independiente, Alejandro Curino, gestiona una reunión entre vecinos de Millamapu, ABSA y Karpa.
Por el camino más recto
El ingeniero Federico Nielsen, jefe de obra de Karpa, reconoció haber recibido las quejas de cuatro vecinos: una por ruidos molestos, otra por la caída de revoque de un taparrollo y las dos restantes por grietas en las paredes.
"Conversé con todos los vecinos. Por las grietas dí aviso a la empresa de seguros y tengo entendido que el perito las atendió", comentó.
El tramo del acueducto asignado a Karpa se extiende por las calles Remedios de Escalada y Enrique Henrich, desde la planta potabilizadora hasta Salliqueló.
"Todo acueducto debe ir por el lugar más recto. En el camino definido, el estudio de suelo indicó que debíamos utilizar martillo hidráulico, porque la otra opción era dinamitar", explicó Nielsen.
El suelo es de tosca sedimentada con piedra mora en la totalidad del perfil.
"No hay estrato vegetal. Es tosca. Lo que se advierte en la superficie es lo que hay hasta los dos metros de profundidad. El ancho de la zanja fue de 85 centímetros a un metro", precisó y señaló que nota una resistencia de suelo de unos tres kilos y medio. En comparación, comentó que el suelo de Ingeniero White es de 0,5 a 0,8 kilos y el promedio en Bahía Blanca es de 1,5 kilos.
ABSA no se ha pronunciado sobre esta situación.
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