Durante el fin de semana una importante perdida de agua potable recorrió la calle San Martín sin que nadie, y me refiero a los trabajadores de Agua de los Andes, den señales de vida.Si bien es cierto que luego de las lluvias veraniegas algo de agua se juntó, no tenemos que olvidarnos lo que nos pasó a con la sequía de fin de año. Cuidemos el agua.
Mas allá de todo lo que se pueda decir, las imágenes captadas en la puerta del colegio Santa Barbara, hablan por si solas, al parecer los caños que van por debajo de la calle, colapsaron y el agua comenzó a brotar a borbotones, regando de agua pura , cristalina y sobre todo "potable", a toda la céntrica calle.
Podemos decir que los caños son viejos, que la variación de temperatura hizo que los mismos se revienten, o que la presión pudo mas que los herrumbrados caños centenarios que recorren las entrañas de la ciudad, bajo un grueso y gris pavimento maltratado por cientos de autos que a diario lo recorren, pero lo cierto es que se desperdician cientos, o miles de litros, y nada se hizo, al menos este fin de semana para que la cosa cambie.
Es de esperar que esta imagen y estas líneas sirvan de algo.
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