La gigante energética BP dijo ayer que ha tenido progresos en un nuevo sistema para capturar gran parte del crudo que se está filtrando de su pozo dañado en el Golfo de México, mientras residentes se aprestaban a encarar más daños económicos y medioambientales. El día 83 del desastre, el fiscal general estadounidense, Eric Holder, dijo que el Departamento de Justicia comenzó a entrevistar testigos como parte de una investigación penal y civil sobre el peor derrame de crudo en la historia del país.
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