La empresa británica BP se declaró “complacida” por el progreso alcanzado en la instalación de una nueva campana de contención sobre la fuga de petróleo en el Golfo de México.
Las tareas para fijar el nuevo artefacto, de 68 toneladas de peso ya se iniciaron y los ingenieros de la petrolera están trabajando contrarreloj para aprovechar una racha de buen tiempo en medio de la temporada de huracanes en el Océano Atlántico.
“Estamos satisfechos con nuestro progreso. Planificamos y practicamos con mucho cuidado todo el procedimiento”, informó ayer el vicepresidente de BP, Kent Wells.
La operación implicó el retiro de la anterior campana de contención, que recogía unos 25.000 barriles de crudo por día. Ahora, la empresa espera que el nuevo dispositivo triplique esa cantidad. “Eventualmente contendremos toda la fuga”, aseguró Wells.
Luego de estas declaraciones, las acciones de BP aumentaron más del 8% en los mercados londinenses, alcanzando su mayor nivel en un mes.
En números
Según la compañía, desde el inicio del derrame se lograron recuperar poco más de 749.000 barriles de petróleo.
Pese a esto, sus esfuerzos no evitaron que el vertido llegue a las costas de Texas, Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida, lo que causó graves daños ecológicos y pérdidas económicas.
Hasta el momento, los costos asociados al derrame ascendieron a u$s 3.500 millones, incluyendo el pago de casi u$s 165 millones en compensaciones.
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