Pescadores y turistas fueron testigos durante el fin de semana del notable aumento de peces muertos que aparecieron flotando en los piletones del Dique Frontal, uno de los principales centros de atracción de esta ciudad.
Las primeras sospechas apuntan al impacto ambiental de los desechos industriales que arrojan algunas empresas tucumanas, lo que podría haber provocado una ostensible mortandad de bagres y viejas del agua.
Siguiendo de cerca las consecuencias que genera la contaminación del embalse Río Hondo, EL LIBERAL registró imágenes de los ejemplares muertos que estaban a simple vista de los visitantes. “¿Por qué están así los pescados, mamá?”, Preguntaba una niña de aproximadamente 7 años que no comprendía el movimiento extraño de cientos de bagres que boqueaban en la superficie por la falta de oxígeno.
La imagen causó repudio en turistas, especialmente oriundos de Tucumán, quienes conocen el desorden ambiental que sufre el embalse por la expansión industrial que alcanza hasta la misma capital tucumana, cuyos habitantes soportan el smog de los ingenios tucumanos y citrícolas.
El crecimiento de la mortandad de bagres fue evidente este fin de semana y se percibió un profundo olor nauseabundo, similar al que emana las aguas servidas. Mientras los turistas no perdían de vista a los bagres que emergían desesperados hasta la superficie en busca de oxígeno, en el mismo sector, pescadores con redes capturaban cardúmenes sin mayores preocupaciones desde el fondo de los piletones del Dique Frontal Río Hondo.
“Sabemos de los desechos industriales que arroja Tucumán y luego llegan hasta acá. En el mismo dique Cadillal se ven peces muertos provocados por sustancias que arrojan. Se hace mucho daño”, dijo Lucía, tucumana que llegó a Las Termas con su esposo Raúl.
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