Unos 204 usuarios de cuerpos receptores hídricos están registrados en la ciudad de San Carlos de Bariloche, de los cuales 75 son lavaderos de ropa y 45 estaciones de servicios o limpiadores de vehículos. Del total, cinco establecimientos realizan descargas directas al lago Nahuel Huapi, según fuentes oficiales.
También están registradas 38 industrias alimenticias (con predominio de 18 fábricas de chocolates), 24 plantas depuradoras y 14 comercios de fotografía.
Un informe del Departamento Provincial de Aguas explica que la disposición final de líquidos residuales industriales se realiza prioritariamente utilizando como cuerpo receptor hídrico la colectora cloacal (71 por ciento), mediante zanjas de infiltración (21 por ciento) y cinco establecimientos efectúan descargas directas al lago.
De esos cinco establecimientos, dos implementaron tratamiento terciario para la remoción de nitrógeno y fósforo, en cumplimiento de la resolución Nº1763, puesta en vigencia por el DPA en el año 2007.
El mismo informe consigna que los hoteles que descargan sus efluentes en el radio no servido por la red cloacal deben construir sus plantas de tratamiento ajustándose a los límites de descarga.
En casos de establecimientos en funcionamiento, puntualiza que deben adecuar sus instalaciones en un plazo máximo de cinco años, con lapso final en el 2012.
En cuanto a los establecimientos nuevos a radicarse o en la etapa de proyecto de remodelación o ampliación de su planta de tratamiento de efluentes, deben iniciar sus actividades cumpliendo con los parámetros de calidad establecidos.
Respecto de establecimientos que se encuentran fuera del radio servido, el DPA informó que el municipio local, a través del Código de Edificación de San Carlos de Bariloche, determina que la eliminación de los efluentes cloacales se hará por sistema de cámara séptica y zanja drenaje con ventilación. “En la mayoría de los suelos este sistema de drenaje se colmata (sic) si no se realizan instalaciones complementarias como cámaras desengrasadoras, filtros anaeróbicos, biofiltros o lechos percoladores”.
De las instalaciones, un 76 por ciento cuenta con tratamiento primario que consiste en sedimentadores, decantadores, rejas y tamices para la eliminación de sólidos, mientras que el 15 por ciento efectúa tratamiento secundario mediante plantas biológicas para la remoción de la carga iónica.
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