Los países que conforman la región de América Latina y el Caribe, amenazados por el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, y los desastres naturales, necesitan cambios urgentes en la gestión ambiental.
Así lo considera el tercer informe "Perspectivas del Medio Ambiente en América Latina y el Caribe - GEO ALC 3- divulgado hoy en esta capital. El documento, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), señala como el modelo de desarrollo impulsado en la zona generó un mayor crecimiento económico, pero también degradación ambiental.
La tendencia a la concentración del ingreso y a un reparto inequitativo de los frutos del crecimiento han llevado a que América Latina y el Caribe sea la región más desigual del mundo, asegura el texto. El estudio refiere la situación existente con los recursos hídricos y el reto de diseñar e implementar estrategias eficientes para el uso sostenible del agua. Asimismo destaca la pérdida de áreas forestales (alcanzó unos 24 millones de hectáreas entre 2000 y 2005), así como la degradación de los ecosistemas.
Enfatiza en como la sobreexplotación de los recursos acuícolas, la erosión y la contaminación derivada de fuentes terrestres, entre otras causas, generan destrucción en los arrecifes de coral y en el pasto marino, y amenazan la principal fuente de ingresos económicos para muchos países del Caribe.
Por último, relaciona algunas prácticas innovadoras y líneas de acción que permitirían a los estados de la región lograr una mejor gestión y sostenibilidad ambiental, entre las cuales destacan el ordenamiento territorial ecológico en las políticas de desarrollo rural y urbano.
Implementar el pago por servicios ambientales y emprendimientos verdes, mejorar la adminsitración de áreas protegidas, corredores biológicos, y zonas costeras, fomentar el turismo sostenible, incrementar el manejo forestal certificado y comunitario.
Por último insta a fortalecer las políticas de gestión y manejo de cuencas e impulsar el desarrollo de energías renovables.