Hay tres empresas autorizadas a producir harina de pescado, material que durante el proceso genera no sólo malos olores -que afectan la calidad ambiental del aire y la vida de los vecinos de la zona- sino también vertidos grasosos -que afectan las cloacas del sector portuario-.
Para evitar estos problemas se desarrollan periódicos controles de parte del municipio y también del Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS), que tiene el poder de policía en ese tema.
Eduardo Pezzati, presidente del consorcio portuario, responsable del control a las empresas, señaló en diálogo con LA CAPITAL que para evitar los malos olores y los vertidos densos, "las empresas tienen que realizar inversiones de equipamiento, por un lado para evitar los gases que generan el mal olor y por otro para el pretratamiento de los líquidos".
"Algunas empresas lo hacen, otras no, pero hay controles periódicos y hasta hace poco se hizo una clausura" señaló el funcionario, quién aseveró que es más grave le problema de los vertidos.
"La desaprensión y la falta de pretratamiento hacen que por ejemplo ahora haya que realizar una obra de 4 millones de pesos para cambiar todas las cañerías de las cloacas en el Puerto, por medio de un convenio con OSSE" explicó Pezzati, aclarando, no obstante, que quienes incumplen las normas son sancionados.
"Como responsables de la administración portuaria hacemos controles periódicos con OSSE y si se detectan incumplimientos se aplica una multa. Eso llega al OPDS que, según corresponda, clausura el lugar".
|
|
|