BP postergó una prueba para verificar la presión en la nueva estructura de contención del pozo Macondo en el Golfo de México, con el objetivo de reducir riesgos mientras intenta detener el flujo de crudo que escapa hacia el mar desde hace meses. También suspenderá la perforación de un pozo de alivio.
La decisión se tomó después de una reunión entre Stephen Chu, el secretario de energía estadounidense, y su equipo de científicos. BP debe ahora avanzar más lentamente con un proceso que, según los analistas del sector, podría provocar un problema aún mayor en el golfo.
La compañía está colocando un equipo que por primera vez controlaría totalmente el derrame, y con la capacidad de recoger todo el petróleo y transportarlo hacia tubos conectados con buques de contención. BP sumergió una campana de 150.000 libras, con un preventor que evita pinchaduras, con la esperanza de usarlo para cerrar completamente el pozo.
Aún cuando el preventor no logre detener el vertido, la cúpula permitirá a BP capturar entre 60.000 y 80.000 barriles diarios de crudo y dirigirlo hacia los buques de contención que esperan en la superficie.
Sin embargo, Dave Stegemeier, asesor de la consultora PFC Energy, comentó que había temores de que el pozo haya sido dañando durante la operación llamada top kill (que consistió en inyectar fluidos de perforación pesados en el pozo para detener el flujo de petróleo y gas) realizada a fines de mayo.
Otra posibilidad era que el crudo pueda derramarse en otra zona geológica, quizás en el área donde BP tiene intenciones de intersectar el pozo Macondo con un pozo de alivio, lo cual podría complicar esas operaciones. agregó Stegemeier. “Podrían provocar cierto daño a este pozo que luego no se podrá reparar. Es un poco una apuesta. Sin embargo, por el lado positivo, tiene el potencial de cerrar completamente el pozo,” continuó.
BP disminuyó el ritmo del proceso para asegurarse de que toda la instrumentación está funcionando y que los procedimientos son correctos.
Kent Wells, un vicepresidente de BP, señaló que su equipo quiere tomarse más tiempo para revisar los procesos de prueba antes de seguir adelante: “Esta prueba es tan importante que se tomó la decisión de otorgarles otras 24 horas”.
Jonathan Parry, director de Global Gas Supply de la consultora IHS Cera, señaló que está bien tomar precauciones, dado que el vertido del pozo lleva dos meses, algo para lo que no estaba diseñado. Se perforó un pozo de exploración, no un pozo de producción, y normalmente son menos sólidos. Además, la mayoría de los pozos de aguas profundas fluyen a un ritmo de 20.000 barriles diarios, no a los 60.000 que está derramando.
“Existe el potencial de que otras partes del pozo se hayan malogrado o puedan malograrse, porque las presiones aumentan en el pozo debido a la cúpula de contención”, explicó.
“Al tapar el pozo, el petróleo fluye por el sendero menos resistente. Uno podría tener una pinchadura externa,” concluyó.
“BP no quiere estropearlo. Es mejor estar seguro que lamentarlo, ya han aprendido eso”, dijo el analista Peter Hitchens de Panmure Gordon en Londres. |
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