Los estadounidenses expresaron su alivio ayer luego de que se cortó por primera vez el derrame de crudo que desde abril contamina el Golfo de México. Pero la novedad anunciada por la petrolera británica BP, responsable del derrame, ya dio lugar a opiniones contrapuestas : mientras responsables de la compañía y de organismos ambientales mostraron optimismo por la nueva situación, el presidente Barack Obama llamó a la prudencia hasta que la fuga esté totalmente controlada.
La noticia de que las tres válvulas del gigantesco embudo se habían cerrado el último jueves fue un rayo de luz para los residentes de la costa cuyos medios de vida han sido devastados. El derrame responsable de la mayor marea negra de la historia de Estados Unidos cedió cuando las válvulas de un nuevo embudo instalado el lunes fueron cerradas, cerca de tres meses después del naufragio de la plataforma de la petrolera británica BP Deepwater Horizon, que dio origen a la catástrofe.
Kent Wells, un vicepresidente de BP, dijo en una conferencia de prensa que el petróleo había dejado de salir. "Estoy muy complacido de que no se está fugando petróleo al Golfo de México. De hecho, estoy realmente entusiasmado de que no hay petróleo derramándose en el Golfo de México", enfatizó.
Por su lado, el Sierra Club, la más antigua organización ecológica de EE.UU., dijo en una declaración: "Es un alivio enorme saber que el derrame de petróleo (...) fue al fin frenado". Agregó que "ahora debemos ocuparnos de los problemas que causaron" la marea negra.
A estas declaraciones pareció responder Obama cuando ayer dijo a la prensa en la Casa Blanca: "El nuevo embudo es una buena noticia. Hay mucha información en los medios que parece indicar que esto (la contención) se ha hecho. Pero es importante que no nos adelantemos ".
Obama dijo que ingenieros de BP y científicos del gobierno estaban llevando a cabo una serie de pruebas con el fin de determinar si con el nuevo embudo se podrá poner fin a la fuga sin amenazar la estructura integral del pozo . "La solución final a todo este problema es terminar los pozos de relevo y conseguir que se completen", agregó el mandatario, cuya esposa, Michelle, regresará a la región del Golfo la próxima semana para reunirse con guardacostas de Misisipí quienes han estado alertas al derrame petrolero. La señora Obama visitó por primera vez la zona del desastre a comienzos de este mes cuando fue a Pensacola, Florida, y dialogó con funcionarios de turismo.
Obama, al anunciar que también planeaba visitar la región en las próximas semanas, dijo que aún quedaba mucho trabajo por hacer respecto a los daños causados por el desastre. Una de las preocupaciones es que, atrapado en los pozos que tapó el embudo, el petróleo comprimido se filtre de nuevo en el mar.