El 12 de noviembre del 2005, una desgracia con suerte estremeció a los calingastinos por la rotura de una laguna formada naturalmente sobre el Río Santa Cruz, a la altura del paraje Los Erizos, en el departamento Calingasta y cuyo caudal finalmente llega al Río San Juan. Este aluvión arrasó con puentes, inundó cultivos y viviendas y provocó la desaparición de flora y fauna existentes por siglos, así como el retraso en el Dique Caracoles y Punta Negra por los destrozos ocasionados.

El riesgo aún está latente. Así lo demuestra una investigación realizada por el ingeniero Guillermo Garcés, del Centro de Fotogrametría Cartografía y Catastro, Universidad Nacional de San Juan, la CONAE - ASI, Programa SIASGE: Sistema Italiano Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias.
Este trabajo fue publicado en el XVII Congreso Internacional de Ciencias de La Tierra realizado en Jujuy en 2008, luego de ser seleccionado entre 800 trabajos enviados desde 14 países diferentes.
Garcés trabaja con imágenes satelitales. Así, determinó por ejemplo el surgimiento de la laguna por el desmoronamiento de una ladera entre el 26 de marzo del 04 y el 4 de marzo del 2005, cuando llegó a tener una extensión de 225,5 hectáreas y casi 5,7 millones de metros cúbicos de agua acumulada. Para ello trabajó con sensores japoneses, americanos, argentinos, brasileros y chinos.
En abril del 06, luego del desastre conocido, el sensor chino informó la reducción del volumen en un 56,8%. Bajando a 2,45 millones de litros y una superficie de 71,4 hectáreas.
La última imagen de monitoreo utilizada por Garcés para este trabajo, también de un sensor chino, fue la del 12 de abril del 04. Tenía 76,99 hectáreas y contenía un volumen de 2,47 millones de litros.
Con estos datos entonces no se busca alarmar a la población, sino remarcar la existencia de un riesgo latente que requiere de un estudio profundo, o por lo menos, un monitoreo constante para prevenir un nuevo desastre natural.

La investigación
El trabajo desarrollado por Garcés tiene como objetivo determinar un procedimiento de técnicas de procesamiento digital de imágenes satelitales para la identificación y cuantificación de lagunas en alta cordillera, utilizando el modelo digital de elevaciones MDE generado a partir de imágenes satelitales ASTER (JAPON) e imágenes de otros sensores como Landsat 5 (NASA, National Aerospatial Space Administration, USA) y CBERS 2(INPE, Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales, Brasil).
La investigación señala que según el ingeniero Angel Garabello (Com. Pers.), desde 1973 a 1998, en la quebrada del río Santa Cruz se encontraron 49 diques o embanques en el curso del río, productos de avalanchas de nieve, rocas y árboles.

Metodología
Garcés explicó que se utilizaron datos de Landsat 5, CBERS 2 y ASTER y el procesamiento se realizó con programas de procesamiento de imágenes. Se georreferenciaron las imágenes de los sensores Landsat 5 y CBERS 2, tomando como referencia la imagen ortorrectificada del censor ASTER, para obtener las superficie del espejo de agua de la laguna. Se calcularon las cotas de la laguna en las distintas fechas utilizando el modelo digital de terreno y las imágenes satelitales tomadas por distintos censores, simulando una superficie de agua (Ver modelo I en página 5).
Luego se utilizó el modelo digital de terreno generado a partir de imágenes ASTER para obtener el volumen comprendido entre el espejo de agua y la parte inferior de la laguna.
Finalmente la investigación sostiene que la inestabilidad de laderas como consecuencia de los movimientos de masa representa un peligro natural con que tienen que convivir los residentes de áreas montañosas. Estos procesos tienen incidencia directa en el modelado del relieve, en la inestabilidad y transporte de sedimentos, y en el aporte de material a los cauces fluviales, dando lugar a los movimientos aluvionales de agua y lodo en la región.