Desde hace más de un mes los vecinos del barrio Fontana viven en el medio de un charco de agua servida. La rotura de un caño en la esquina de Maipú y Trinidad González ha dejado a la primera calle inundada, hasta su intersección con Freitas. Las personas que allí residen aseguraron a La Mañana que la situación los ha dejado desesperados, y que a pesar de los reclamos realizados, no han solucionado el problema.
El barro y el agua en la calle Maipú lo cubre todo. No hay un solo lugar por donde cruzar la calle y no mojarse de este pestilente líquido. El mismo brota desde la esquina de Trinidad González, y llega hasta la intersección con Freitas. En todo ese tramo hay grandes charcos, y muchos son los que opinan que se trata de un inmenso foco de infección, que puede causar enfermedades, sobre todo en los más pequeños.
Eduarda, una vecina que se manifestó preocupada por la situación, aseguró que desde que el caño explotó no pudo trabajar “como corresponde”. Ella es dueña de un local comercial, y asegura que con el agua en las calles, es difícil que los clientes lleguen a su negocio.
Además, como sucede en casi todos los barrios de la ciudad, en el pasaje que se ubica justo en el medio de la cuadra se ha formado un basural, que a su vez fue cubierto por el agua servida. El pestilente y repulsivo sumidero, paradójicamente, se ubica por debajo de un cartel que advierte “prohibido arrojar basura”, que una vecina colgó, cansada de las contravenciones de los vecinos.
“Lo único que pedimos al intendente es que nos solucione este problema, porque acá pagamos los impuestos como todos en la ciudad. Creo que ni nosotros, ni nadie, merece vivir en la forma que vivimos, rodeados de esta agua que ni siquiera sabemos de donde salió, pero por como huele, nos podemos imaginar”, aseguró Eduarda.
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