Para el ex canciller boliviano, Armando Loaiza, la posición del gobierno de Chile, sobre conceder una salida soberana a Bolivia para acceder a las costas del Pacífico, es un tema que puede ser flexibilizado, como ocurrió en 1975 y 2002, cuando el país vecino estuvo a punto de ceder una franja territorial para los bolivianos.
Después de realizada la Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas en la ciudad de La Paz entre delegaciones diplomáticas de Bolivia y Chile, durante la anterior semana, donde el tema de una salida al mar con soberanía para el país quedó nuevamente pendiente y sin mayor avance, el ex Canciller boliviano mencionó que el gobierno chileno nunca habló de imposibilidad, para ceder territorio a Bolivia y recordó dos antecedentes al respecto.
“En 1975 con una disposición constitucional, el Gobierno del general (Augusto) Pinochet se comprometió a realizar negociaciones con Bolivia en sentido de efectuar un canje territorial. En la negociación de Charaña, se estudió la posibilidad de una cesión de una franja territorial, sobre la base de un canje y ambas partes tenían la predisposición de flexibilizar sus posturas”, explicó.
ENCLAVE EN ZONAS CHILENAS
El ex diplomático recordó que Bolivia tuvo la posibilidad de un enclave en zonas chilenas a cambio de exportar gas por esa nación, en una negociación que fue desarrollada por los ex presidentes Jorge Quiroga y Gonzalo Sánchez de Lozada, situación que quedó archivada, luego de los conflictos de Octubre de 2003.
“El presidente Ricardo Lagos, durante el 2002, avanzó una propuesta de otorgar una zona económica, para la exportación del gas con amplias competencias y elementos de cuasi soberanía y se llegó a un preacuerdo para habilitar un enclave en una Zona Económica Especial (ZEE) a favor de Bolivia. Con ese gobierno hubo mayor capacidad de negociación y flexibilización de posturas, sobre el tema de una salida soberana boliviana”, afirmó.
Según Loaiza, las autoridades deben analizar las conclusiones de la Reunión del Mecanismo de Consultas entre los vicecancilleres de Bolivia y Chile, a fin de poder concretar una propuesta clara y con beneficios para el país en el siguiente encuentro bilateral de noviembre.
“La parte boliviana en estos próximos meses va a aprovechar para realizar consultas internas, para formar un planteamiento de propuestas factibles y útiles. Pero en Chile algunos intérpretes chilenos consideran que las consultas que se pueden hacer deben estar dentro de los tratados vigentes, con lo cual desecharían la posibilidad de hablar de soberanía”, dijo.
AGUAS DEL SILALA
Sin duda, otra de las demandas históricas de Bolivia ante La Moneda, es el referido al uso centenario de las aguas de los manantiales del Silala, que durante la gestión pasada tuvo importantes avances por el reclamo conjunto del pueblo potosino y la sociedad boliviana. EL DIARIO fue el primer medio de comunicación del país que denunció esta usurpación de recursos hídricos y desde 1991 continúa realizando un permanente seguimiento sobre esta deuda histórica.
Al respecto, el ex ministro de Relaciones Exteriores (2005), Armando Loaiza, expresó que es deber de la Cancillería boliviana continuar con las consultas internas y socializar las negociaciones abordadas, para que Bolivia pueda conseguir un pago justo por el uso de las aguas del Silala.
“Entre los temas conflictivos como el del Silala, durante la reunión no se han podido colmar las expectativas. En el próximo encuentro se debe esperar las propuestas y conclusiones que haga la Cancillería y el Comcipo (Comité Cívico Potosinista) y las instituciones involucradas sobre el preacuerdo del pago de 50 por ciento por el uso de las aguas. Aunque en este tema Chile aceptó analizar el tema, pero no aseguró si va a pagar por el uso de estos recursos”, manifestó.
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